Garaikoetxea propone un sistema autónomo para financiar la reconversión industrial

El Gobierno vasco estaría dispuesto a financiar la reconversión industrial de Euskadi con los excedentes de las aportaciones a la Seguridad Social -es decir, con la diferencia entre lo que el País Vasco cotiza y el costo de los servicios ofrecidos-, según el desafío que lanzó ayer el lendakari Garaikoetxea en la inauguración de la Bienal de la Máquina herramienta, en la feria de muestras de Bilbao.Tal afirmación, que no figuraba en el texto mecanografiado del discurso del lendakari, fue improvisada pore éste en respuesta a la queja de los empresarios del sector respecto al desinterés del Gobierno central. Garaikoetxea dijo textualmente: "Yo me comprometo a que con el promedio de los excedentes de las aportaciones a la Seguridad Social en los últimos años afrontaríamos la reconversión de todos los subsectores con especial incidencia en Euskadi".

El Gobierno vasco reclama desde hace tiempo el control de esos excedentes de la Seguridad Social, a lo que se opone la Administración central en nombre del principio de solidaridad. En los últimos años la diferencia entre la cotización vasca y el coste del servicio ha sido de unos 20.000 millones de pesetas anuales. Sin embargo, la reconversión en curso de los sectores naval y siderúrgico, en el País Vasco, implicará, en cuatro años, inversiones de la Administración central por un importe de 3 10.000 millones de pesetas.

El presidente de la asociación de fabricantes de máquina herramienta, Francisco Aldebaldetrecu, había tenido, minutos antes, duras palabras para el Gobierno central, que habría desoído cuantos requerimientos se le han hecho para su intervención en un sector considerado clave para la reindustrialización.

Aldebaldetrecu resaltó, al respecto, la ausencia en el acto del ministro de Industria, Carlos Solchaga, expresamente invitado. Tampoco pasó desapercibida en el contexto de la reciente crisis interna del PNV, la ausencia del presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, el nacionalista Antón Madariaga, habitualmente considerado más próximo a las posiciones de las diputaciones que a las del Gobierno de Garaikoetxea. La soledad del lendakari solo se vio aliviada por la presencia del alcalde nacionalista de Bilbao, José Luis Robles.