Estupor en Italia por una sentencia que limita la libertad informativa
El Tribunal Supremo italiano dictó una sentencia el 17 de abril pasado que al conocerse ha causado hondas preocupaciones en el mundo de la información. Se trata de una especie de decálogo al que deberán atenerse los periodistas para no caer en el delito de difamación. Lo que es más grave, el responsable de un artículo podrá ser obligado por un juez civil a pagar resarcimiento de daños antes de que el tribunal penal se haya pronunciado. La sentencia consta de 35 páginas y es una respuesta a una apelación de un tribunal de Milán de 1972.En ella el Tribunal Supremo se ha adjudicado el derecho de impartir una serie de normas tan detalladas, que tocan incluso el uso del punto de interrogación, de las comillas, la elección de adjetivos demasiado expresivos, la "forma civil" de la exposición de los hechos y hasta el modo de relacionar unos hechos con otros. Se prohíbe, por ejemplo, conectar hechos negativos concernientes al pasado cuando se critica el presente. Por último, la información deberá tener siempre una "finalidad social".
También podrá ser castigado el periodista que revele un hecho que el juez considere que es una verdad incompleta, aunque después se pruebe su veracidad, ya que la sentencia afirma que "una verdad a medias equivale a una noticia falsa". Por lo que se refiere a las palabras puestas entre comillas podrían ser también materia de delito si con ellas se le quiere dar a dicho vocablo un significado eufemístico para dar a entender al lector que se quiere decir más de lo que la palabra significa según el diccionario.
En un editorial de Repubblica, firmado por su director, Eugenio Scalfari, se afirma que "jamás la magistratura de ningún otro país había llegado a emitir una sentencia de esta naturaleza", y añade, "si los jueces aceptaran como buena la decisión de la Corte, los periodistas serían en el futuro juzgados y condenados, no a través de un análisis de los hechos objetivos, sino más bien en base a un análisis puramente gramatical, sintáctico e incluso ortográfico".
Scalfari acaba diciendo con ironía: "sin comas ni puntos exclamativos decimos que la sentencia de la Corte Suprema es iliberal, inconstitucional y escrita por dos jueces claramente iletrados en hecho y en derecho".
Por su parte, el Sindicato Nacional de Periodistas, presidido por Miriam Mafai, ha dicho que la sentencia permitirá, si se aplica, un solo diario en este país: La gaceta oficial del Estado.
El director de l'Unita, Emanuele Macaluso, órgano oficial del Partido Comunista, ha sido mucho más duro: "no creo exagerar si afirmo que estamos frente a una tentativa de golpe contra la libertad de prensa", ha dicho
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