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DUELO TELEVISIVO ENTRE LOS DOS CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA

Mondale volvió a superar ayer a Reagan en el debate sobre política exterior y defensa

Francisco G. Basterra

ENVIADO ESPECIALWalter Mondale volvió a dominar al presidente Ronald Reagan en el debate sobre política exterior y de defensa celebrado anoche en el auditorio municipal de Kansas City, en el corazón de la América rural. El aspirante demócrata aprovechó bien su última oportunidad para conseguir el voto de los 15 millones de electores aún indecisos, 16 días antes de la elección del próximo 6 de noviembre. Sin embargo, no consiguió que Reagan cometiera el error garrafal buscado por los demócratas debido a la falta de conocimiento profundo del presidente sobre los temas de política exterior y estrategia.

Mondale comenzó el debate muy agresivamente, tratando de acorralar al presidente, a quien definió constantemente como un líder que no controla la situación y un comandante en jefe que no conoce los datos esenciales del problema del control de armamentos.

El aspirante demócrata utilizó para demostrar su argumentación el caso del manual de la CIA con consejos a los contras para asesinar a los líderes sandinistas. El presidente pasó el peor momento de la noche al tratar de defender las acciones encubiertas contra Nicaragua, y explicó, muy nervioso, que el famoso manual fue obra de un contratado de la CIA, que fue censurado antes de hacerse público, pero que, a pesar de todo, unas decenas de copias llegaron a los contras. Reagan afirmó, sin que se lo preguntara Mondale, que no hay agente de la CIA en Nicaragua, pero sí en el área centroamericana.

El presidente tuvo asimismo que defenderse de las críticas del candidato demócrata sobre los repetidos ataques sufridos por los intereses norteamericanos en Líbano.

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Reagan y Mondale no ofrecieron ideas nuevas en el debate para reanudar las negociaciones sobre armamento con la URSS

Viene de la primera páginaReagan negó que Estados Unidos haya sido humillado en Oriente Próximo, pero Mondale afirmó que la política del presidente en la región ha sido un fracaso.

Ninguna idea nueva para reanudar las negociaciones con las Unión Soviética sobre reducción de armamentos nucleares fue ofrecida ayer a lo largo de los 90 minutos del debate.

Unos 80 millones de norteamericanos esperaban ansiosamente respuestas concretas sobre la cuestión de la paz y la guerra, pero tanto el presidente como Mondale se mostraron cautos y rivalizaron en afirmaciones de firmeza.

Las últimas propuestas del líder soviético, Konstantín Chernenko para regular las conversaciones entre Washington y Moscú no tuvieron respuesta a lo largo del debate.

Reagan afirmó, en contra de lo que ha mantenido en diversas ocasiones, que una guerra nuclear no puede ser ganada y no debe ser iniciada. Mondale insistió en la necesidad de proceder a una congelación de la producción y despliegue de armas nucleares, algo que piden los soviéticos para regresar a la mesa de negociaciones, pero no logró explicar cómo se verificaría un acuerdo de este tipo.

El aspirante demócrata recordó que desde el anterior debate, celebrado el pasado 7 de octubre, Estados Unidos y la URSS han construido más de 100 nuevas cabezas nucleares.

Reagan se defendió de los ataques de su rival sobre el fuerte rearme a que ha sometido a este país, denunciando la debilidad de las propuestas de su rival que, en su opinión, sumirían a Estados Unidos en la indefensión.

Mondale explicó que no se hace ilusiones sobre los líderes o la política de la Unión Soviética, pero "debemos encontrarnos con ellos en un terreno común de supervivencia". El candidato demócrata dijo que, de ser elegido, mantendría la fuerza de EE UU y no llevaría a cabo un desarme unilateral.

Por su parte, el presidente señaló que "no queremos la superioridad sobre los soviéticos, pero sí disponer de una fuerza importante de disuasión para que le sea muy costoso atacarnos".

El debate tuvo también un momento de humor cuando se tocó el tema de la edad de Reagan, que ha cumplido 73 años. "Prometo", dijo el presidente, "no utilizar esta cuestión durante la campaña; les aseguro que no explotaré la inexperiencia y la juventud de Mondale".

Ronald Reagan utilizó bastantes minutos para defender su teoría de una eventual eliminación total de todas las armas nucleares mediante la tecnología avanzada de que dispone EE UU a través de lo que se ha llamado guerra de las estrellas.

Sorprendentemente, Reagan afirmó que si algún día Estados Unidos logra crear un sistema para conseguir una defensa total desde el espacio contra un ataque nuclear, compartiría el conocimiento de este arma con la Unión Soviética. Mondale calificó este sistema de defensa espacial como algo técnica y económicamente imposible.

El candidato demócrata cerró su intervención con un emotivo discurso en el que dijo que Estados Unidos debe ser fuerte pero con el objetivo de emplear este poder para negociar con los soviéticos. Reagan, que cerró el debate, hizo una de sus típicas intervenciones apelando al espíritu de los ciudadanos, agradeció haber sido presidente durante los últimos cuatro años y pidió un nuevo mandato para finalizar "el nuevo comienzo" iniciado por él mismo en 1980. "América tiene que felicitarse, la economía está creciendo y estarnos en paz", agregó.

En este momento, algo falló en la perfecta preparación a que había sido sometido el actor Ronald Reagan. Su visión lírica de América le había ocupado demasiado tiempo y el moderador, con todo el respeto debido al presidente, tuvo que interrumpirle y dar por finalizado el debate.

Jugó todas las bazas

En resumen, Mondale hizo lo que tenía que hacer y jugó todas sus bazas esta madrugada. Es posible que lograra una victoria a los puntos. Pero, en presidente Reagan mantuvo su papel y no fue desestabilizado fundamentalmente, como ocurrió en el primer debate de esta campaña electoral.

La suerte de la elección se jugó en esta ciudad de 410.000 habitantes, en el centro geográfico de Estados Unidos. Es curioso que el debate sobre política exterior y defensa, el último de esta campaña electoral, se celebrase en esta localidad que representa al país rural, históricamente aislacionista y desinteresado de lo que ocurra más allá de sus inmensas plantaciones de cereales.

Fue la última oportunidad para Mondale, a quien las encuestas le sitúan entre 9 y 25 puntos por detrás de Reagan. Sólo Harry Truman, la gloria política de Misuri, logró superar en 1948 una cuesta arriba de este calibre.

La última encuesta del The New York Times muestra que los norteamericanos, aunque finalmente le apoyan por escaso margen, tienen serías dudas sobre la política exterior de Reagan. Por ejemplo, en el conflicto de Centroamérica, un 50%, frente a un 30%, se opone a la ayuda a los rebeldes que luchan contra el Gobierno de Managua.

Entre los indecisos, esos 15 millones a quienes anoche iba a tratar de arrastrar Mondale, el porcentaje de oposición es aún mayor, un 56% contra un 19%.

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