Serra estudió con los capitanes generales medidas para evitar malos tratos a soldados

El ministro del Ejército, Narcís Serra, ha mantenido una "muy larga sesión" con todos los capitanes generales en la sede del Consejo Superior del Ejército, dedicada a estudiar las medidas necesarias para prevenir e impedir que en el futuro puedan producirse hechos como el ocurrido el pasado mes de junio en el CIR del Ferral (León), cuando el soldado Rafael Aguilera recibió una patada que le propinó el teniente Peñín Mateos, a consecuencia de la cual el soldado hubo de ser intervenido quirúrgicamente y sufrió la extirpación del bazo.El ministro hizo estas manifestaciones en respuesta a una interpelación realizada por la senadora socialista por León Manuela García Murias, sobre las circunstancias de la agresión sufrida en el CIR de León por el soldado Rafael Aguilera y las responsabilidades subsiguientes.

Narcís Serra señaló que en la reunión, cuya fecha de celebración no especificó, se habían ocupado no sólo de la prevención de posibles malos tratos, sino también de otras actuaciones, como algunas novatadas, que pueden dar lugar a situaciones denigrantes. Serra dijo que "hemos tomado medidas que creo van a paliar estos hechos en el futuro".

El ministro dijo que, en el caso de León, la actuación de las autoridades militares del CIR, del Gobierno Militar y de la Capitanía General había sido correcta, puesto que impusieron al teniente agresor la máxima sanción disciplinaria, habiéndose iniciado la apertura de un procesamiento, que está pendiente en este momento de una diligencia del Tribunal Médico Militar, por la vía de aplicación del artículo 334 del Código de Justicia Militar, que prevé pena de hasta seis años de prisión.

En cuanto a Rafael Aguilera, el soldado herido por la patada, tiene ya en su poder un documento oficial que le confirma en situación de permiso indefinido hasta que se produzca su licenciamiento. El Grupo Parlamentario Socialista realiza un seguimiento de su evolución con vistas a una ayuda para resolver el grado de incapacidad física laboral que pudiera sufrir por la extirpación del bazo.