Un homenaje al director José Luis Borau clausura la I Semana del Cine Español
Todo va mal, la última producción de Emilio Martínez Lázaro, cerró la serie de estrenos con que ha contado la I Semana de Cine Español, que quedó clausurada ayer con un homenaje al director aragonés José Luis Borau, del que se exhibió su último trabajo. Cinco han sido las películas de estreno que se han presentado en esta semana: ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, de Pedro Almodóvar, Tasio, de Moncho Armendáriz; Fanny Pelopaja, de Vicente Aranda; Río abajo, de Borau, y Todo va mal.
Todo va mal de Martínez Lázaro y Río abajo, de Borau han supuesto un privilegio para la Semana, ya que el filme de Borau todavía está prácticamente sin acabar -se exhibió una copia de trabajo y el mismo director hizo la traducción simultánea- y Todo va mal no se va a proyectar en las salas comerciales, aunque sí en televisión, por lo que sólo el público de San Sebastián, durante el Festival, y ahora el de Murcia, han podido ver el filine en la pantalla grande.Únicamente Pedro Almodóvar faltó a la cita para presentar su película; también faltó la actriz Carmen Maura, la protagonista, que se iba a encargar de sustituirle en la presentación. Por el contrario, Moncho Armendáriz, como el resto de los directores, cumplieron, y además él se trajo a Patxi Bisquert, el intérprete de Tasio y al productor, Elías Querejeta.
Quizá ha sido Todo va mal la película que más ha llamado la atención, la que más división de opiniones ha suscitado y, a la vez, la más original. Es el contrapunto de Las palabras de Max. A Martínez Lázaro le vino la inspiración para el guión un día que estaba viendo simultáneamente las dos cadenas de TVE y un video, "y pensé que así se podía hacer una película interesante".
Un galimatías divertido'
De esta forma surgió Todo va mal, una especie de comedia en la que el vídeo adquiere un protagonismo estelar y con la que su director cree haber logrado un nuevo género cínematográfico, "un divertimento, aunque, la narración es muy tradicional y en ella se hace uso de géneros tan dispares como el policiaco, la obra de teatro, la comedia de costumbres, y, para que no falte nada, hasta se incluye una historia de amor".De todo eso resulta un galimatías original y divertido, en el que algún espectodor se pierde y a otros les deja con la miel en la boca, sin ver el final de los cortos, pero la mayoría se ríe y, como dice su director, que tenía mucho miedo a la reacción del público, "quienes la han visto, han aplaudido y todo".
La producción de esta película ha corrido a cargo de TVE, que aproximadamente ha invertido unos 45 millones de pesetas, porque "sólo un productor suicida se habría atrevido a hacer este trabajo", reconoce Emilio Martínez Lázaro.
Además de estas premier, la Semana, que en esta primera edición tenía como fin estudiar y analizar el cine español desde 1975 hasta 1983, ha contado con un ciclo de cortometrajes -se han exhibido más de 40-, otro denominado Izas, rabizas y coliporretas, que contó con títulos Zwino, Después de..., de Cecilia y José J. Bartolomé, Tierra de rastrojos, de Antonio Gonzalo; Vida perra, de Javier Aguirre, etcétera, y un repaso al Panorama del cine español 1975-1983.
Paralelamente a la proyección de todos estos trabajos, se han organizado dos mesas redondas sobre Creación y creadores en el cine español, con la participación de Moncho Armendáriz, José Luis Borau, Jaime Chávarri -aquí falló Víctor Erice-, Carmelo Romero, Patxi Bisquert, Elías Querejeta y Fernando Méndez Leite. Y La crítica y el cine, en la que intervinieron Pachín Marinero, Carlos Boyero y José Luis Guarner, entre otros.
Precisamente fueron estas dos mesas redondas las que menos poder de convocatoria tuvieron. Donde el público se volcó, tal como era de esperar, fue con los estrenos, proyectados en una sala con capacidad para 400 personas que demostró ser totalmente insuficiente, ya que casi la mitad se llenaba con los compromisos.
Falsificación de entradas
Este hecho provocó el que algunas personas se dedicaran a falsificar entradas, al parecer sin afán de lucro, sólo para poder ver las películas. Este problema, junto con los horarios de proyección de algunos ciclos, fue uno de los pocos fallos que tuvieron los miembros del Aula de Cine de la Universidad de Murcia, organizadores de esta I Semana de Cine Español, que también contó con dos exposiciones: Quién es quién en el cine español y Cine español 1975-1983. Todo esto con un presupuesto de tres millones y medio de pesetas.
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