Dos inspectores de aduanas, acusados de contrabando por valor de 1.000 millones

Dos inspectores de la Aduana de Barcelona, Eduardo Bruquetas y Miguel Candentell, fueron detenidos el pasado miércoles en Sabadell, poco después de prestar declaración en el Juzgado de Inspección número 3 de aquella ciudad, por su presunta implicación en un delito de contrabando de electrodomésticos por valor de 1.000 millones de pesetas. las diligencias que ha iniciado el juzgado de Sabadell están relacionadas con otro presunto fraude descubierto en Terrassa, por lo que el volumen de la operación puede ascender a unos 5.000 millones de pesetas, según medios oficiales.

La denuncia que ha motivado la apertura de diligencias señalaba que los dos inspectores intervinieron en la revisión de un contenedor de electrodomésticos de importación por un valor aproximado de 1.000 rnillones de pesetas. Otras fuentes señalan que los citados inspectores sólo habían revisado una parte de la mercancía y desconocían por tanto la cantidad y naturaleza de los demás productos.Fuentes oficiales han apuntado como probable destino de estos productos las tiendas de súbditos de países asiáticos, que en los últimos meses han registrado una gran proliferación en Barcelona y su área metropolitana.

Controles aduaneros

Aunque los hechos se encuentran bajo reserva judicial, la detención de Eduardo Bruquetas y Miguel Candentel fue comunicada al secretario general de Hacienda, Juan Francisco Martín Seco; al inspector general del ministerio, Francisco Javier Paramio; al director General de Aduanas, Miguel Angel del Valle, que se enzontraban ayer en Barcelona para tratar, entre otros temas, del fraude descubierto en la Aduana de Barcelona a primeros de septiembre, y al administrador de la Aduana de Barcelona, Rafael de la Fuente.El fraude investigado ahora constituye otra vertiente más, vinculada al contrabando, del cúmulo de irregularidades fiscales descubiertas en la Aduana de Barcelona en los últimos meses, que han motivado la adopción de medidas especiales por parte de las autoridades.

La dirección general de Aduanas inició hace varias semanas un plan para perfeccionar el sistema de control de las importaciones de productos audiovisuales. Con ello los funcionarios querían evitar irregularidades como las descubiertas hasta entonces, que básicamente respondían a falsificaciones en las derionlinaciones de mercancías y en los precios de las mismas. Para conseguir erradicar estas prácticas fraudulentas, todas las denominaciones y precios de los productos importados eran remitidos a Madrid, donde la dirección general comprobaba su verosimilitud.

Este mayor control ha dificultado notablemente las actividades fraudulentas y delictivas, y ha facilitado la localización de algunos de sus autores materiales y colaboradores. Eduardo Bruquetas y Miguel Candentell podrían ser los primeros funcionarios implicados en Barcelona en este tipo de fraude. Ambos están destinados en el recinto marítimo del puerto de Barcelona.