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El déficit y los impuestos, talón de Aquiles de Reagan

La Administración Reagan presenta, ante la polémica electoralista creada en torno a situación económica, cifras que muestran una evidente recuperación, datos que esgrime como un triunfo de la teoría y la práctica del estímulo de la demanda en que se ha fundado Ronald Reagan para sacar al país adelante, mediante la reducción de la inflación, la baja de los tipos de interés y la limitación del desempleo.Para Walter Mondale, la doctrina de la reaganomics -caracterizada por una reducción impositiva del 25%. en los tres primeros años de Administración republicana, un increniento del gasto de defensa que ha arrastrado otros sectores econórnicos y una liberalización de regulaciones administrativas que ha dejado mayor libertad de acción a las empresas- sólo ha favorecido a las capas sociales con mayor poder adquisitivo, penalizando a los norteamericanos más pobres.

A lo largo de cuatre años, Reagan ha contado con factores externos que han incidido de manera determinante en larecuperación económica, como la baja del precio del petróleo (que pasó de 36 dólares/barril, en el último año de la Administración Carter, a 27 dólares/barril, desde las primeras épocas de la Administración Reagan). Reagan también ha contado con una reactivación económica interna, que ha generado una gran afluencia de capitales extranjeros, gratificados con un buen rendimiento cm intereses, hacia negocio! en EE UU.

En la polémica sobre la economía, Reagan presenta con satisfacción el contraste existente entre la situación actual y la que dejó la Administración Carter -de la que Walter Mondale fue vicepresidente-. Entre 1980 y 1984, los principales indicadores de la economía norteamericana han presentado una evolución drástica: el producto interior bruto ha pasado de un crecimiento del 2% al comienzo de la década a cerrar este año con un incremento probablemente superior al 6%; la inflación estaba en más del 12%, y para este año se espera que oscile entre el 2,5% y el 3%; el desempleo, que era casi del 10%, ha disminuido -al 7,4%, y los tipos de interés bancarios, que rozaron el pico del 22%, están hoy en el 12,5%.

Pero al optimismo de los republicanos, apoyado en hechos y cifras concretas, los demócratas responden que Reagan también prometió que para 1984 Estados Unidos contaría con unos presupuestos en los que los números rojos habrían desaparecido. Sin embargo, el estímulo de los gastos en defensa y la reducción de impuestos han generado un déficit público de cerca de 200.000 millones de dólares (casi 35 billones de pesetas, al cambio actual) para el presupuesto público de 1985.

Cuando los candidatos discuten sobre los asuntos económicos, como ocurrió en el debate del pasado día 7 en Louisville (Kentucky), las cifras se transforman en demagógicas armas electoralistas. Reagan insiste en que los estadounidenses sí viven hoy mejor que hace cuatro años, mientras Mondale ataca preguntándose si vivirán mejor nuestros hijos en el futuro ante un déficit público que "puede destruir nuestra economía".

Mondale ha hecho del déficit público el núcleo de su campaña electoral, en lo económico, a la hora de atacar a Reagan. Según Mondale, la única salida que tiene el presidente para corregir el déficit es "un plan secreto" para aumentar los impuestos. Mondale propone una reducción de dos tercios de déficit público en los próximos cinco años a partir de una limitación en el crecimiento del presupuesto de la defensa, junto a la inevitable subida de impuestos para las familias estadounidenses con ingresos anuales. superiores a los 25.000 dólares (4,3 millones de pesetas).

Reagan replica que las perspectivas de continuidad de la reactivación económica (que se prevé se mantendrá superior al 3% en los próximos cuatro años) generarán una recuperación que irá reabsorbiendo el déficit público. El presidente niega que su Administración tenga planes para crear nuevos impuestos o para reducir los beneficios de la seguridad social. Mientras los expertos debaten los pros y los contras del déficit público, el elector medio no parece muy interesado por la influencia directa que el asunto tiene en su vida diaria, en una economía casera que cuenta con una gasolina barata y con un dinero para comprar a crédito también barato.

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