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GALICIA

El alcalde de Corcubión considera infrahumana la asistencia en un hospital de Santiago

Manuel Rivas

El alcalde de Corcubión (La Coruña) ha denunciado condiciones infrahumanas en la atención a los enfermos en el Hospital Provincial, en Santiago de Compostela, dependiente de la diputación, y conocido como hospital de los pobres, tras el fallecimiento de una parturienta acogida al padrón de beneficiencia en esa localidad costera. Sobre las circunstancias que rodearon a esta muerte se ha incoado un expediente judicial y ha sido ordenada la realización de la autopsia al cadáver.

Los familiares y vecinos que velaban a la difunta Manuela Figueira la tarde del pasado viernes en la pequeña aldea de Arcos, en el municipio de Corcubión, se sorprendieron con la llegada de un furgón funerario. El cuerpo sin vida de Manuela recorrió de nuevo los 78 kilómetros que separan Corcubión de Santiago e ingresó en el depósito forense. Una semana antes, Manuela había hecho este mismo trayecto en un taxi, con la angustia de un parto inminente, siendo internada en el Hospital Provincial.Manuela Figueira, de 39 aflos, tenía dos hijos de 17 y 12 años de edad, se encontraba separada de su marido, actualmente en paradero desconocido, y había sido acogida a la beneficiencia municipal en Corcubión.

Cinco días después de rompe aguas, Manuela Figueira fue intervenida en el centro hospítalario para que tuviera lugar el parto, practicándosele una cesárea. Según la versión médica, ratificada a este diario por el director del Hospital Provincial, Fernando Baltar, la paciente falleció por "una hemorragia posoperatoria" naciendo con vida una niña, que fue trasladada en estado crítico al Hospital General de Galicia.

El desenlace de la operación fue conocido en Corcubión por una llamada telefónica a un bar de la localidad y otra posterior al puesto de la Guardia Civil. Según Rafael Mouzo, la comunicante, que se identificó como compañera de la fallecida, era una mujer de nacionalidad portuguesa "a la que se dio de alta inmediatamente, desapareciendo sin dejar rastro después de ingresar su criatura en la inclusa". Esta circunstancia es negada por la dirección del hospital y el doctor que atendió a Manuela, Raúl Murillo, que aseguran que la noticia fue comunicada por vía oficial, a través de la comadrona de guardia.

El alcalde de Corcubión presentó una denuncia ante el juzgado de guardia de Santiago por presunta negligencia médica.

El médico que atendió el parto de Manuela Figueira se negó a hacer declaraciones, amparándose en "el secreto de sumario y profiesional". El director del hospital, Fernando Baltar, rechazó las acusaciones de desatención médica y suciedad.

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