Juan Pablo II autoriza la celebración de la misa en latín

El papa Juan Pablo II acaba de permitir la vuelta al viejo misal de san Pío V, del tiempo del Concilio de Trento, para que se pueda celebrar la misa otra vez en latín. Quienes deseen volver a la antigua liturgia, superada por el Concilio Vaticano II, que había abierto las puertas a la misa en las lenguas modernas, tendrán, sin embargo, que pedir la autorización a sus obispos respectivos y cumplir algunas condiciones, como, por ejemplo, "la aceptación del Concilio Vaticano II y de su espíritu innovador".

Aunque las jerarquías vaticanas todavía no han hecho pública en Roma esta decisión, se sabe de fuentes seguras que ha sido enviada a los obispos de todo el mundo una instrucción elaborada por la Congregación para el Culto Divino con el visto bueno del papa Juan Pablo II. En esa instrucción o circular se precisan las condiciones para poder volver a la misa en latín, que había sido solicitada por sacerdotes y por grupos de fieles que preferían volver a la antigua liturgia de hace más de 450 años.Lo que más extraña de este asunto es que hace tres años fueron consultados todos los obispos del mundo sobre la posibilidad de admitir de nuevo el viejo misal de san Pío V, y de los 1.750 obispos que respondieron al Papa, el 98,68% se declaró contrario. El argumento que utilizaron los obispos fue que la cuestión había sido ya zanjada por el Concilio Vaticano II. Sin embargo, los sacerdotes partidarios del obispo ultraconservador francés Marcel Lefebvre, con este prelado al frente, han seguido celebrando la misa, contra las normas conciliares, según el viejo rito y en latín. La cuestión del rito de san Pío V ha sido uno de los principales temas que han causado el cisma tradicionalista del obispo de Marcel Lefebvre en el seminario de Ecône (Suiza).

Fuentes vaticanas han manifestado la esperanza de que esta medida sirva, al menos en parte, para "traer de nuevo al redil de la Iglesia" al jefe de filas de los tradicionalistas de Ecône y a sus partidarios.