_
_
_
_

La visita del Papa

La visita de Juan Pablo II a Zaragoza, segunda que realiza a España en menos de dos años, llega en un momento peculiar. Parece que vivimos una etapa de tranquilidad social, al menos sin polémicas religiosas en el ambiente, animada por un incremento de la práctica religiosa; pero, por otra parte, se advierte que la polémica por la gestión del Gobierno socialista sobre cuestiones que afectan a la moral o las instituciones católicas puede estallar en cualquier momento. ( ... )El Papa que hoy viene a España tiene la peculiaridad de no dejar indiferentes no ya a los católicos, sino también a los no católicos. Su ligazón a la causa de las libertades en Polonia, el carácter de su perfil público y su imparable actividad mantienen viva la atención. Es lógica la preocupación que pueda albergar el Gobierno por lo que se pueda escuchar en Zaragoza.

También es verdad que el Papa levanta una peculiar polémica. Muchas de sus tomas de postura, consideradas por algunos francamente reaccionarias, contra el divorcio, el aborto, la sexualidad de la pareja o las relaciones hombre-mujer en el matrimonio, le enajenan el apoyo de amplios sectores sociales que combaten como él el colectivismo, la represión política, la estatalización o la larga sombra dictatorial de los regímenes soviéticos. Paralelamente, algunos sectores de la Iglesia combaten políticamente lo que el Papa significa, y los avatares de la teología de la liberación son una prueba de ello.

Es lógico suponer que libertad de enseñanza y aborto serán asuntos reclamados por el Papa en su visita a España, y resulta sintomático constatar hoy cómo el Tribunal Constitucional ha venido aplazando unos dictámenes que se anunciaban repetidamente próximos. La incidencia que la actitud papal pueda tener en esos problemas es punto de principal preocupación, pero al mismo tiempo inevitable desde el punto de vista de la libertad de expresión debida a un amplio colectivo, que precisamente lo que desea es escuchar, entre otras cosas, referencias concretas sobre ello. ( ... ).

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

, 10 de octubre

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_