La visita del Papa a España
Según algunos, EL PAÍS se caracteriza por ser visceralmente anticatólico. Para demostrar que esto no es así, brindo la oportunidad de que se publique la siguiente carta, con lo que quedaría clara su imparcialidad y objetividad.La próxima visita del Papa a España nos va a ofrecer la oportunidad de comprobar cuál va a ser el respaldo que Televisión Española le va a ofrecer. Desde estas líneas abogo por que tal respaldo sea el máximo posible y para ello me fundamento en el inigualable éxito que supuso la cobertura televisiva durante el primer viaje de Su Santidad a nuestro país en 1982: se calcula que fueron más de 20 millones los españoles que vieron a través de la pequeña pantalla los distintos actos en los que participó el Pontífice y que más de 18 millones se movilizaron para verlo personalmente. A la vista de tan mastodónticas cifras se deduce algo incontestable: a los españoles les interesa en grado sumo todo lo que se refiera al Papa, y más si es una visita a nuestro país.
Hay datos para suponer que más de 20 millones de españoles desean ver los actos en los que participe el Papa en Zaragoza; si estamos en una democracia hagamos caso pues a las cifras, siempre: si Televisión Española no nos ofrece esas imágenes íntegras habrá que entonar un réquiem por la libertad de expresión en este país-