Éxito del vuelo del 'Challenger' a pesar de la rotura de una antena
El desarrollo de los experimentos programados por la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) para el sexto vuelo del transbordador espacial Challenger continúan con normalidad, a pesar de los problemas surgidos con las dos antenas de comunicaciones incorporadas a la nave. Los responsables de la NASA aseguran que mientras los técnicos en la Tierra estudian el problema surgido con las antenas, los siete cosmonautas (cinco hombres y dos mujeres) que viajan en el Challenger cumplieron con la mayoría de los experimentos programados para el segundo día de misión.
Dado que algunos datos científicos conseguidos no pudieron ser enviados a la Tierra por el fallo de una de las antenas de radio, la NASA decidió que fueran grabados en cintas especiales que van a bordo del transbordador. La antena dañada forma parte del sistema de transmisiones que permite enviar datos desde el transbordador a la Tierra, a través de un satélite de comunicaciones. Pero los técnicos de la NASA informaron en el centro espacial de Johnson, de Houston, que las funciones de esta antena averiada no son esenciales para la decimotercera misión del transbordador, sexta del Challenger.
Si el problema de las antenas era el elemento negativo de la jornada para los técnicos y cosmonautas, el buen funcionamiento que hasta ahora tiene el satélite científico Erbs, lanzado el pasado viernes por Sally Ride, la primera mujer norteamericana que voló al espacio, llenó de satisfacción a los miembros de la tripulación.
Retraso de tres horas
Los oficiales de la NASA dijeron que las operaciones del satélite no se han visto afectadas a pesar del retraso de tres horas en su lanzamiento, dos órbitas después de lo previsto. El satélite, valorado en 40 millones de dólares (6.800 millones de pesetas), estudiará durante varios años los efectos de la energía solar sobre la Tierra. La NASA informó también que algunas de las losetas que recubren el exterior del Challenger para aislarlo de las temperaturas extremas sufrieron daños durante el lanzamiento del mismo el pasado viernes. Añadieron que no conocían el origen de las roturas, pero el director de vuelo, Jay Greene, manifestó que no era factible que el sistema de aislamiento del transbordador se vea afectado. Los daños en el sistema de aislamiento del transbordador, construido con materiales de fibra de cristal, es una cosa poco frecuente durante el lanzamiento.
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