La terrible agonía
que ha sufrido Paquirri durante esos 80 kilómetros (no 50, como publica EL PAIS) que separan Pozoblanco de Córdoba es el pan nuestro de cada día de muchos habitantes de nuestro pueblo y de todos los pueblos del norte de la provincia, que ante cualquier accidente, enfermedad o simple alumbramiento tienen que desplazarse a la capital para poder ser atendidos clínicamente.La desastrosa situación sanitaria que venimos padeciendo desde siempre pareció solucionarse con la construcción de un centro hospitalario, el cual lleva acabado desde hace más de un año, sin que por el momento tenga visos de abrise. Mientras, casos parecidos a lo ocurrido tristemente con Paquirri siguen produciéndose, sin que las autoridades sanitarias, al parecer, quieran poner remedio a esta situación.
No soy médico, pero creo que Paquirri no hubiera muerto si, en vez de ir desangrándose durante 80 kilómetros, hubiera sido hospitalizado en Pozoblanco.-
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