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Mariano Rubio critica en la asamblea del FMI y del Banco Mundial el déficit fiscal y el proteccionismo de EE UU

Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, resaltó ayer, ante la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial, la urgente necesidad de que la Administración Reagan reduzca su déficit público y criticó la fuerte tendencia al proteccionismo en numerosos países, incluida la práctica por Estados Unidos de imponer a determinados países acuerdos mal llamados voluntarios para la autolimitación de sus exportaciones.

Al leer ante la asamblea del FMI el discurso preparado para el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, cancelado a última hora ante las discusiones gubernamentales de los presupuestos generales para 1985, Rubio se congratuló de la recuperación en curso que se registra en algunos países, pero advirtió que "la satisfacción no puede ocultar los difíciles problemas que aún tenemos ante nosotros".El gobernador del Banco de España, que hablaba en representación del Gobierno, enumeró como problemas pendientes la disparidad existente entre los países en cuanto al nivel de la recuperación, la necesidad de mantener la política de ajuste en determinadas naciones y la situación de fuerte endeudamiento exterior que padecen algunos países en desarrollo.

La solución de muchos de estos problemas dependen en gran medida de la política norteamericana, ya que si bien la innegable recuperación de la economía de Estados Unidos "han producido impulsos" estimuladores en otros países, "en ella tienen también, en parte, su origen algunos de nuestros temores sobre la continuidad de la expansión a medio plazo".

Críticas moderadas

En este contexto, el gobernador del banco emisor señaló que "existe un consenso general, dentro y fuera de Estados Unidos, sobre la necesidad de reducir su déficit público si ha de evitarse la perpetuación de los altos tipos de interés, la absorción de ahorro procedente de países menos ricos y sus efectos, tanto sobre la demanda interior de Estados Unidos, como sobre el ritmo de recuperación de otros países industriales y sobre los problemas de los países en vías de desarrollo. Pese a estas críticas implícitas a la política económica de la Administración Reagan, muy en la línea moderada en que se han escuchado otras intervenciones de países europeos, tanto en su intervención española, como en en declaraciones a los periodistas, el propio Mariano Rubio resaltó los aspectos positivos que ha tenido la recuperación norteamericana.En sus declaraciones a la Prensa, el gobernador del Banco de España ahondó en esta opinión al señalar que si bien la enseñanza resultante del incremento en espiral del déficit norteamericano no es trasladable a España como mecanismo de creación de empleo, sí lo es la fe ciega en el libre mercado y la imposibilidad de obtener buenos resultados económicos con una política de economía dirigida.

Según la intervención española, "un buen número de economías industriales continúan encontrando graves dificultades para eliminar sus desequilibrios monetarios y vencer numerosas rigideces que erosionan en último extremo la capacidad de crecimiento y generación de empleo". Todo ello hace necesario el maxitenimiento de la estrategia de ajuste, que si bien son ingratas son también imprescindibles.

Tras hacer una muy breve exposición de los logros alcanzados por el Gobierno español con una política basada en esta estrategia, el gobernador del Banco de España procedió a criticar duramente las tendencias proteccionistas que la recesión ha provoca o en inuchos países. Y sin mencionar por su nombre a Estados Unidos, Mariano Rubio describió la aimplia gama de medidas en que se han traducido estas defensas, tales como "las cuotas de importación, las interferencias administrativas, los acuerdos voluntarios de restricción de exportaciones y el recurso a medidas presentadas como compensadoras de prácticas de dumping o comptencia desleal.

Matizaciones españolas

"Todo ello", añadía la intervención española, "con claros rasgos de discrecionalidad, discriminación y tendencia al bilateralismo y con generación de fuertes elementos de incertidumbre que dañan las corrientes comerciales y las decisiones de inversión".En cuanto al posicionamiento español respecto a las cuestiones propias del FMI, la intervención española marcó ampliamente sus diferencias de las posturas mantenidas por Washington, al lamentar la decisión del comité interino de no proceder a una nueva emisión de derechos especiales de giro (DEG), lo que hubiese dotado al FMI de más recursos o liquidez. Asimismo, España se congratuló de la ampliación de capital decidida en el Banco Mundial, pero se quejó de que no se hubiese producido la séptima reposición de fondos de la Asociación Internacional de Fomento (una agencia del Banco Mundial).

En otro acontecimiento relacionado con el FMI, Pedro Pérez, director de Política Económica en el Ministerio da Economía y presidente de la Junta Superior de Precios, fue nombrado representante gobernador por España y el grupo latinoamericano del FMI, puesto que ocupará a partir del 1 de enero próximo.

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