Gromiko se entrevista, por primera vez en ocho años, con el ministro de Exteriores egipcio
La expulsión del embajador soviético por parte del Gobierno egipcio se decidió el 15 de septiembre de 1981. La medida afectaba igualmente a otros seis diplomáticos y funcionarios de la URSS. Los corresponsales de la agencia Tass y del periódico de los sindicatos soviéticos, Trud, fueron igualmente expulsados.Estas medidas, justificadas por el Gobierno egipcio aduciendo que todos los afectados ejercían "actividades subversivas" fueron las más graves adoptadas por El Cairo desde la masiva expulsión de 15.000 consejeros y asesores soviéticos decidida por Sadat en julio de 1972, y la denuncia del tratado de amistad entre los dos países en marzo de 1976.
La expulsión de los diplomáticos soviéticos estuvo precedida por la publicación en el semanario gubernamental Mayo de un artículo en que se les acusaba, junto con otros 23 ciudadanos de nacionalidad egipcia, de participar en un "compló soviético" destinado a derrocar el régimen de Anuar el Sadat.
Un comunicado del Gobierno egipcio señalaba que "agentes del KGB" (Comité de Seguridad del Estado, servicio de espionaje soviético) "reclutaban a ciudadanos egipcios para obtener informaciones militares, difundían rumores y movilizaban con este fin a los comunistas egipcios".
Unos 1.500 técnicos civiles soviéticos debieron abandonar Egipto en los días siguientes, al mismo tiempo que El Cairo ordenaba el regreso del agregado militar y de otros 10 miembros del mismo departamento en la embajada de Moscú.
La distensión entre los dos países comenzó en enero de 1982, cuando el Gobierno de Hosni Mubarak acababa de cumplir sus primeros 100 días, tras el asesinato de Anuar el Sadat.
El entonces ministro de Asuntos Exteriores de El Cairo, Karnal Hasan Alí, pidió a Moscú el regreso de los 66 expertos soviéticos que trabajaban en las tareas de mantenimiento de la presa de Assuan, todos los cuales habían sido afectados por las medidas de expulsión.
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