CC OO y UGT denuncian la alta siniestralidad en los minifundios mineros del Bierzo

Las agrupaciones comarcales de la Unión General de Trabajadores (UGT), y de Comisiones Obreras (CC OO) afirman que el alto porcentaje de muertes entre los trabajadores mineros es debido a la falta de aprendizaje, desprendimientos de costeros e incluso a las maniobras que se realizan en el interior de la mina, unido a la falta de mecanización y a la ausencia en las pequeñas empresas de un comité de seguridad que revise periódicamente el óptimo estado de las galerías y la ventilación secundaria. Simultáneamente, la patronal asegura que la imprudencia es la causa más frecuente de estos accidentes, que en lo que va de año han costado ya nueve vidas humanas.

La muerte de tres mineros, el pasado día 30, en el interior dé una mina de la pequeña localidad de Santa Marina de Torre (León), perteneciente a Frelan, S L, empresa con 17 trabajadores en plantilla, pone de manifiesto la posible falta de seguridad existente en los abundantes minifundios mineros de la comarca leonesa de El Bierzo. De las 102 empresas provinciales del sector, 76 están afincadas en la cuenca berciana, que cuenta con un total de 5.200 trabajadores -muchos de ellos extranjeros-, repartidos en desiguales nucleos de población y con diferente producción entre las mismas. En cuanto a la estabilidad, 60 empresas parecen ser estables, mientras que 16 figuran con menos de 20 personas en plantilla; pequeños minifundios eventuales con escasa rentabilidad y producción."Estas minas son propiedad de familias de la zona, con tradición minera, y adolecen de una infraestructura básica correcta", manifiesta UGT. Las mayores producciones locales corresponden a la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), con 3.683 empleados; Antracitas Gaiztarro, con 822; Antracitas de Fabero, con 605 trabajadores y Antracitas del Bierzo, todas ellas con una media de 1.500 kilos de carbón vendible por hombre y día.

España, la primera

Según cifras de la OCDE y de la CEE, España ocupa un primer puesto en cuanto a índice de siniestros mineros se refiere, por encima de los países del Mercado Común. La mayoría de los pequeños negocios mineros carece de comités de seguridad e higiene (obligados por ley en empresas con un cierto número de empleados) y las inversiones en ventilación secundaria de las galerías, así como la contratación de un topógrafo en plantilla, son inexistentes, lo que acarrea mayor riesgo fisico para las personas que trabajan en el interior de las galerías.El sistema de mecanización en el arranque, empleado desde hace varios años en Europa, sería un factor a considerar en la disminución del riesgo de accidentes mortales, y como consecuencia accederían varios centenares de españoles en paro a cotizados puestos que en la actualidad son ocupados por angoleños y paquistaníes, para los que el temor a la inanición en sus respectivos países supera lo malo conocido. Estas personas generalmente sin sindicar, suponen para los contratistas un obrero, dócil en la totalidad de los casos. Los sueldos pueden ser inferiores a los establecidos y el hora rio es tan flexible como largo. El requerido, permiso de trabajo dado con facilidad por el Ministerio de Trabajo, da paso a la inscripción en la Seguridad Social y posterior permiso de residencia, renovable anualmente.

Producción y salario

Mientras que para la patronal los sueldos son más que aceptables (100.000 pesetas de media para los ayudantes mineros y 200.000 pesetas por picador), las centrales sindicales aseguran que el obrero depende casi siempre de una gratificación voluntaria "que premia el buen comportamiento y la eficacia". Patronos y obreros parecen estar de acuerdo en los altos costes-de producción", si bien los segundos manifiestan que los beneficios siguen siendo "pingües y jugosos" , No existe un cálculo exacto del número de toneladas exportadas más allá de las fronteras regionales. En ocasiones el mineral extraído y los ingregos se diluyen en partes iguales camino del destino final.La granza, comercializada en el mercado libre y empleada usualmente en calefacciones, mantiene un precio aproximado de 14.000 pesetas por tonelada, y los almacenajes de menudo, colocados en las centrales térmicas de Compostilla, Anllares y Andorra (Teruel), alcanzan las 5.000 pesetas por tonelada, en precio fijo no exento de la figura del intermediario. La picaresca según las centrales sindicales surge cuando pequeñas empresas desean dar salida a su almacenaje, que normalmente "no está controlado ni dado en función de la plantilla y la producción". "Los intermediarios con cupo personal y limitado compran al pequeño empresario parte de las existencias, que más tarde serán revendidas a las centrales térmicas".

El director general de Minas, Juan Manuel Kindelán, apuntó en una reciente visita a la provincia de León la voluntad de ayuda del' Gobierno a estas pequeñas empresas, reflejada en la promesa de invertir este mismo año 1.000 millones de pesetas para estudiar nuevos métodos de arranque mecanizados que disminuyan el riesgo de accidentes y controlar el posible fraude existente. Igualmente afirmó que el año 1985 será el año de la seguridad en las minas.