El dólar 'barrió' en la mañana de ayer en Europa y cayó drásticamente por la tarde en Nueva York
El dólar protagonizó ayer una jornada histórica en los mercados de cambios de todo el mundo, al alcanzar nuevos récords frente a las principales divisas europeas, incluida la peseta. En Madrid, la divisa estadounidense alcanzó su cota máxima frente a la peseta, al fijar el Banco de España un cambio medio de 176,05 pesetas, lo que supone una apreciación de 3,6 pesetas sobre el cambio medio del jueves (172,404).
La moneda norteamericana efectuó en la jornada de ayer un viaje de ida y vuelta alrededor del mundo. Fue la ascensión y caída de una divisa que parece haber roto con las reglas de la lógica económica vigente. En el mercado de Francfort, el dólar llegó cambiar a 3,17 marcos,para cerrar a 3,1584/ 3,1664, la relación más alta registrada en la paridad dólar/marco en los últimos 11 años algo inimaginable hace apenas unos meses. El alza fue particularmente fuerte en París, cambiando a 9,7185 francos, frente a los 9,4890 de la jornada anterior, y acercándose peligrosamente a la barrera de los 10 francos.En Roma, el dólar ganó en más de 40 liras, cotizando al cierre a 1.948,75 liras. En Londres, la libra llegó a la cotización más baja de su historia respecto al dólar (1,2065), consiguiendo recuperarse parcialmente y cerrar a 1,2155 dólares la libra.
Por la tarde, el dólar retrocedió de forma dramática en Nueva York y otos mercados de cambios, después de una ola de realizaciones de beneficios y la intervención de algunos bancos centrales, como el Bundesbank alemán.
En Francfort cayó por debajo de los 3,10 tras las ventas realizadas por el banco central alemán. A media tarde de ayer, el dólar cotizaba en Wall Street a menos de 170 pesetas, muy por debajo de las 176,05 del cierre de la mañana en Madrid.
Subida de la inflación
En esta relativa vuelta de las aguas a su cauce ha tenido especial incidencia la publicación en EE UU en la tarde de ayer del índice norteamericano de precios al consumo (IPC) que ha sido del 0,5% para el mes de agosto, un porcentaje muy alto para el comportamiento del IPC norteamericano en lo que va de año. El 3,6% de crecimiento del PNB estadounidense para el tercer trimestre del año representa la mitad del registrado el trimestre anterior. Por otra parte, el 0,5% de IPC de agosto parece indicar que la inflación no está tan controlada como aparentaba la moderación de la subida registrada en los siete primeros meses del año.
A ello hay que añadir el descenso del prime rate o tipo de interés preferencial. El Morgan Guaranty, quinto banco estadounidense, rompió ayer por la tarde el fuego, situándolo en 12,75% frente al 13% vigente desde finales dejunio. Si el diferencial de tipos de interés con Europa se reduce, los capitales extranjeros encontraran menos atractiva su huida hacia EE UU.
La sesión de la tarde puede aplacar el pánico comprador desatado en toda Europa en la mañana de ayer. Por la mañana, el dólar se vio curiosamente aupado por la publicación del índice de crecimiento del PNB norteamencano durante el tercer trimestre (3,6% a tasa anual), notablemente más bajo del registrado en el segundo trimestre (7,1 %).
Los expertos aducen sus razones: los mercados valoran la reactivación de la economía norteamericana y los operadores compran dólares de forma masiva paravertirlos en los EE UU.
Inversión extranjera
Durante el pasado semestre, la economía norteamericana ha absorbido 158.300 millones de dólares en forma de capitales extranjeros, cuatro veces más que durante todo 1983 (33.900 millones de dólares). En la otra cara de la moneda, los países endeudados del mundo carecen de dólares con los que satisfacer los pagos de su deuda exterior.
Algunos otros factores políticos juegan también a favor del dólar, entre los que destaca el convencimiento general de que la eleccion de Ronald Reagan para un segundo mandato presidencial está asegurada. El econoinlista Milton Friedman aseguré anteayer en París que el dólar sube porque los mercados creen en la reelección de Reagan y, por tanto, en la continuidad de la política monetaria seguida en los últimos años.
Por su parte, Henry Kaufinan, el llamado gurú de Wall Street se inclina más por las causas económicas: el alza del dolar será una constante mientras los países europeos no consigan una tasa de crecimiento suficientemente atractiva para los inversores. En efecto, son las empresas norteamericanas las que registran una progresión más espectacular de sus beneficios.
La estampida del dólar persiste a pesar a pesar de los 120.000 millones de dólares de déficit de la balanza de pagos estadounidense para el año en curso. Ningún país del mundo podría permitirse un déficit similar sin que su moneda anduviera dando tumbos por los mercados de cambios. Como aseguraba la semana pasada un banquero londinense, citado por la agencia France Presse, "es prefenible prestar a un país endeudado pero solvente, antes que a otro pobre".
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