Mauritania libera a 12 de los 16 tripulantes del 'Cigala II' tras retenerlos dos meses y medio

Las autoridades mauritanas pusieron ayer en libertad a 12 de los 16 tripulantes del Cigala II, pesquero retenido en dicho país desde el pasado 15 de julio. Por otro lado, las autoridades pesqueras marroquíes comenzaron ayer a entregar las actas administrativas en las que se especifican las multas impuestas a los pesqueros españoles que actualmente se encuentran en puertos marroquíes retenidos, tal como, es el procedimiento habitual en estos casos de infracciones.

La tripulación del Cigala II fue juzgada el pasado 20 de agosto y acusada de pesca ilegal, tras lo que se les expropió la embarcación. El patrón y cada miembro de la tripulación fueron conderiados a un mes de cárcel y al pago de una multa de más de 210 millones de pesetas. Tras la sentencia dictada por el tribunal de primera instancia de Nouadhibou se presentó un recurso de apelación cuyo dictamen se hizo público ayer y en el que se declara inocentes a 8 marineros españoles y 4 senegaleses. La responsabilidad del delito pesquero queda limitada al patrón del Cigala II al segundo patrón y a los dos jefes de máquinas, que deben pagar 12 millones de pesetas cada uno.Por otro lado, ayer las autoridades marroquíes entregaron ayer las actas relacionadas con los pesqueros Naynga y Nuestra Virgen de la Luz, retenidos en el puerto de Casablanca, y, a los que se les ha impuesto una multa de 853.000 pesetas por faenar dentro de las 12 millas, según el acta. Según fuentes españolas, hoy se espera que sean entregadas las actas relativas a los cuatro pesqueros que se encuentran retenidos en Tánger, y así sucesivamente, hasta completar los 18 barcos actualmene, en puertos marroquíes.

El caso del pesquero Garmendía, que se encuentra en el puerto de Agadir, es totalmente dlitinto al de estos últimos apresamientos, ya que fue detenido el pasado día 29 de julio por pescar sin la correspondiente licencia. Las autoridades marroquíes le impusieron la multa máxima, de 50.000 dirhams (1150.000 a 950.000 pesetas, según el cambio), pero el armador del Garmendía dijo que no podía pagar. En gestiones posteriores, la Embajada de España en Rabat logró que le redujeran la multa en un 50%, pero a pesar de ello el patrón del barco aún no se ha personado en Agadir para retirar su pesquero ni pagar la multa.

Los dos pesqueros apresados y conducidos a Dajalak, en el Sahara, el Lulú y el Alegranza, fueron acusados de pescar en el interior de una ventana de seguridad marroquí, de las varias que establece el convenio de pesca firmado en agosto de 1983 entre España y Marruecos.

Los barcos retenidos en el puerto de Casablanca están todos acusados de pescar dentro de las 12 millas, y algunos, además, con artes prohibidas. Uno de ellos, el Nyanga, dijo inicialmente que no pagaría la multa que se le ha impuesto por considerar este apresamiento injusto, y pedía que la pagara el Gobierno español. Todos los pescadores que se encuentran en Casablanca están en perfectas condiciones y en total libertad de movimientos, según declaró a EL PAIS Ramón Maneiro, Gago, patrón del Reo Galiano.

La elevada cuantía de las multas impuestas ahora no tienen nada que ver con el problema todavía sin resolver del Santa Teresa de Jesús, que espera a que el rey Hassan II, hasta ayer ocupado en las festividades de Fez por el matrimonio de su hija, tome una decisión al respecto. Hasta finales de 1983, las multas por las infracciones citadas arriba oscilaban de 240 dirhams a 2.400 dirhams (4.100 a 41.000 pesetas).