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Compás de espera en honor del 'pacto Godot'

Aunque el nivel de realizaciones fue absorbido con más firmeza que durante el miércoles, la sesión de ayer demostró que la mejora de la actividad no ha sido tan fuerte como se preveía. La pérdida de siete centésimas en el índice general equivale, en realidad, a una estabilización. Pero se esperaba algo más.

Y es que algunos factores que debían servir, en buena lógica, para impulsar el mercado no se presentaron ayer o lo hicieron de forma tan difusa que sirvieron de poco o, mejor aún, como elemento de confusión.Si bien el mercado recogió con evidente alegría la ratificación oficial de que el impuesto sobre la renta favorecerá lacreación de ahorro y con los incentivos consiguientes para que éste se dirija hacia la inversión-riesgo -ya que se plantea reducir las deducciones por adquisición de vivienda y la eliminación de algunas de las desgravaciones fiscales de que goza ahora la renta fija-, el aún desconocido tratamiento de las rentas de capital ha sembrado incertidumbres entre los inversores.

A ello hay que añadir las dificultades que se presentaron en las últimas horas del miércoles y que retrasaron la firma del pacto social. Muchos operadores que no habían vendido en la jornada anterior, a pesar de las plusvalías ya acumuladas, en espera de leer en la Prensa del día siguiente que todo estaba ya hecho, no lo dudaron más y optaron por realizar sus beneficios.

Este volumen de ventas, de todas formas, no ha sido muy significativo, y el dinero ha continuado dando sus paseos por el parqué en busca de buenas oportunidades de compra; pero este objetivo no ha sido fácil y bastantes valores no han podido fijar cambio ante la falta de papel disponible. Realmente, la bolsa se encuentra en un compás de espera. Esa etapa de calma chicha -preludio de nuevas tormentas- debe terminar cuando se vayan desvelando las interrogantes antes apuntadas.Muy ajustados a este panorama, los bancos plagiaron el mismo resultado, el índice general (pérdida de siete centésimas), lo que viene a confirmar la falta de interés de estas entidades por tomar el relevo de las eléctricas -que parecen haber encontrado su techo, por el momento- en el próximo tirón alcista. El conjunto de la caja de los siete grandes totalizó 75.649 títulos; con un saldo negativo de 9.615 acciones; como se ve, todo bajo control.En este sector, sin embargo, cabe destacar el comportamiento de Urquijo-Unión, que en su recién inaugurada singladura bursátil ha despertado bastante interés entre los inversores y viene marcando posiciones de dinero cada vez más arriba. Es sorprendente que alguien coseche 500.000 títulos a la compra en unos momentos como los actuales. Bastantes expertos, sin embargo, coinciden en afirmar que esta entidad era, hasta la jornada de ayer, el único banco cuya cotización se situaba por debajo del 100%, y a considerable distancia del siguiente, el Crédito Comercial, que cotiza a 130%.A pesar de que algunos valores, como Telefónica, continúan ganando posiciones, los analistas consideran que el actual compás de espera debe mantenerse, y que el mercado se decantará inmediatamente después de conocerse algunas de esas incógnitas que ahora preocupan.

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