El Ayuntamiento de Valencia estudia imponer un tributo a las máquinas de juego

El alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, del PSOE, ha elevado una moción ante la comisión de Hacienda, que se reunirá hoy, en la que propone la imposición de un impuesto anual a las máquinas recreativas con premio o de azar. La moción ha sido elaborada por la concejala de Hacienda, Clementina Ródenas, del mismo partido, que cuenta con mayoría absoluta en la corporación.Está previsto que suponga unos ingresos para el ayuntamiento superiores a 247 millones de pesetas en 1985. Se trata, según el texto de la moción, de un tributo "con fin no fiscal", y encaminado a "contribuir a la corrección de las costumbres y prevenir perjuicios al vecindario en general". No obstante, se considera en cierto modo como una alternativa con un carácter de mayor utilidad pública a la ausencia de recargo en el impuesto sobre la renta que tiene previsto el ayuntamiento para el presupuesto del año próximo. Lo que se recaude equivaldrá al recargo de un punto por ese concepto.

Cada máquina o aparato de los 5.635 existentes en el término municipal de Valencia habrá de pagar anualmente 43.850 pesetas. La cuantía tiene carácter uniforme para todo tipo de máquinas recreativas con premio o de azar. Según Clementina Ródenas se trata de una forma de recaudar "más positiva" porque tiende a la finalidad de evitar la proliferación de estos aparatos, ya que "cuantas menos máquinas de este tipo existan, tanto mejor".