La Unión de Campesinos Leoneses rompe su pacto electoral con el PSOE

La Unión de Campesinos Leoneses (UCL) ha decidido romper el pacto electoral que mantenía con el PSOE para presentar sus propias candidaturas en futuros comicios.La UCL, la influyente fuerza sindical agraria, se había presentado formando un pacto electoral con el PSOE en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, lo cual favoreció considerablemente la presencia socialista en un medio considerado tradicionalmente conservador, como es el rural.

La importancia que el actual partido en el Gobierno otorgaba al congreso de la Unión de Campesinos Leoneses se puso de manifiesto con la presencia en el mismo, como observadores, de toda la plana mayor del Partido Socialista Obrero Español provincial y regional, con Demetrio Madrid, presidente de la Junta de Castilla y León al frente.

El vicepresidente de la Junta y consejero de Agricultura, Jaime González, también presente en el congreso de los campesinos como invitado, señaló, ante las duras críticas formuladas en el transcurso del congreso a la política, del Gobierno socialista, que aún era pronto para juzgar el resultado del pacto electoral y para valorar globalmente la política del Gobierno.

La crisis abierta por esta situación ha tenido una primera consecuencia en la dimisión del vicepresidente de la diputación, Pedro Vizcay, que ocupaba el cargo en virtud de los pactos entre el PSOE y la UCL. Vizcay ha señalado que dado que la gestión de la izquierda en la diputación había sido duramente criticada por el sindicato, debía, en coherencia, dimitir.

La UCL es el más potente sindicato agrario de la provincia y ha logrado fuerte implantación en amplias zonas del mundo agrario. El sindicato surgió como una alternativa a las antiguas organizaciones agrarias verticales y mantuvo desde los primeros tiempos un marcado carácter reivindicativo, que tuvo su exponente máximo con las llamadas guerras de los tractores, logrando importantísimas y por aquel entonces casi impensables movilizaciones populares.

La UCL ha logrado una creciente importancia económica a través de contrataciones colectivas con volúmenes superiores a los 1.000 millones de pesetas al año.