Desalojada la Embajada de España en Beirut ante las amenazas de atentado lanzadas por el grupo chiíta Mussa Sadr

La Embajada de España en Beirut ha tenido que ser desalojada por las fuerzas de seguridad del Gobierno libanés, y el personal diplomático y administrativo trasladado desde el sector oeste de la capital (musulmán) hasta el sector este (cristiano), por las amenazas de un posible atentado por parte del grupo fundamentalista Brigadas Mussa Sadr. Si bien el motivo de las amenazas es todavía confuso, parece está relacionado con la detención, el pasado día 12 en Madrid, de dos chiítas a raíz de un atentado contra el diplomático libio Mohamet Aideress.

Todo el personal de la Embajada española en Beirut se encuentra a salvo y en perfecto estado de salud, y el embajador Pedro Manuel de Arístegui se mantiene en comunicación constante con el Ministerio español de Asuntos Exteriores.Anoche, hasta la hora de cerrar esta edición, ningún responsable de la Oficina de Información Diplomática facilitó información al respecto. Según la agencia Efe, el personal diplomático y administrativo de la Embajada de España en Beirut fue trasladado ayer desde el sector oeste de la capital hasta la zona este, donde se encuentra la residencia del embajador, Pedro Manuel de Arístegui.

Fue el propio embajador quien se encargó personalmente, a primeras horas de la tarde de ayer, de recoger con un coche de, la embajada al secretario de la misma, Juan Manuel Molina, a María José de Lera, funcionaria administrativa, y a Primitivo Martínez Mateo, director general del Centro Cultural Hispánico. Todos ellos residen en el sector oeste (musulmán) de Beirut.

La decisión de trasladar temporalmente la Embajada de España de Beirut oeste a la residencia del embajador se ha producido después de que el pasado sábado el Gobierno libanés decidiera enviar un grupo de fuerzas de seguridad, en tanquetas, a la cancillería y a la residencia que España tiene para su embajador en Beirut.

Represalias contra Madrid

Los motivos de esta acción del Gobierno libanés se fueron concretando a lo largo de toda la jornada de ayer con nuevos datos procedentes de los servicios secretos de un país occidental, relativos a que el grupo fundamentalista islámico Brigadas del imán Mussa Sadr tenía el inmediato propósito de secuestrar a un miembro de la misión diplomática española, al parecer como represalia por la detención en Madrid de los dos libaneses acusados del atentado, la pasada semana, del mencionado diplomático de la Embajada de Libia en nuestro país. Alertados los servicios libaneses de inteligencia, notificaron la información al Gobierno libanés, que inmediatamente decidió enviar a las fuer zas de seguridad para proteger a los miembros y a las instituciones españolas en Beirut.

A pesar de ello, el embajador de España no modificó sus planes de visitar en la mañana de ayer los campamentos palestinos de Sabrá y Chatila, al cumplirse los dos años de la matanza. Pedro de Arístegui departió con algunas familias palestinas sin revelar su identidad y haciéndose pasar por periodista.

Después de esta visita, y tras hablar con el Ministerio español de Asuntos Exteriores, el embajador recogió a los miembros de la sede diplomática de España en la capital libanesa para llevarlos a la residencia, un palacio árabe, en Hadat, sector cristiano de Beirut. "Hemos pensado que era aconsejable trasladar los servicios de la cancillería a Hadat por algunos días, para evitar que pueda producirse un enfrentamiento armado entre las fuerzas de seguridad que nos custodian en Beirut y ese grupo fundamentalista (las Brigadas Mussa Sadr)", manifestó el embajador español. "Estamos todos perfectamente bien y ya hemos instalado a los otros miembros de la misión en la residencia oficial. Esperamos que todo se resolverá pronto y bien", añadió el jefe de la misión diplomática española, que en todo momento intentó desdramatizar la situación.

Secta paramilitar

Todos estos hechos parece que están directamente relacionados con las detenciones realizadas en Madrid, el pasado día 12, de dos libaneses. La policía nacional detuvo en la capital española a los libaneses Mustafá Alí Khalil, dé 22 años, y Mohamed Khair Abbas Ramal, de 20 años, al parecer chiítas, que atentaron contra la vida de Mohamed Aidress Hammed, diplomático libio, que resultó levemente herido en ambos brazos.

Las Brigadas Mussa Sadr, secta paramilitar chiíta, pretenden vengar la desaparición del imán Sadr, supuestamente secuestrado en Libia por las autoridades de ese país islámico en septiembre de 1978 (Ver EL PAIS de 21 de septiembre de 1980). El imán Sadr contaba con más de 900.000 seguidores en Líbano y en Siria. Este número de fieles da al imán Sadr el atributo de convertirlo en el líder chiíta con mayor número de adeptos en el mundo, después del imán Jomeini, líder de la revolución islámica iraní. Mussa Sadr y Jomeini están unidos por su credo y por un parentesco familiar, además de ser ambos iraníes.