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Entrevista:

"No creo que París intervenga en la negociacion con ETA"

Roland Dumas llegó incluso a hacer sus pinitos como -tenor y durante diez años fue un periodista brillante y especialista en economía. Pero hace ya una treintena de años que, de la mano del hoy presidente de la República, François Mitterrand, no ha dejado de husmear, o de vivir, la política: como diputado en varias ocasiones (ahora lo es en Dordona), como inifitante y siempre como doble de Mitterrand. Dumas ha sido el hombre secreto encargado de las misiones más delicadas en.las encrucijadas determinantes del recorrido de Mitterrand y aún sigue siéndolo. Pero de todo esto no quiere hablar Dumas, ni de que se habla de él como futuro primer ministro, ni de que, en el fondo de su alma, quizá esconde más ambiciones aún. En todo caso, admite que sus múltiples actividades y que su finura diplomática, su talante dialogante, contrario'al sectarismo de algunos socialistas, le han ayudado a confeccionar una lista de teléfonos de amigos que residen en los cinco continentes. Y entre ellos figuran muchos españoles, de derechas y de izquierdas, como los que conoció durante sus estudios en la Universidad de Verano de Segovia. Pero de lo único que ha querido conversar con EL PAIS es, sobre todo, del Mercado Común, de Picasso y de alguna cosa más. Eso que llaman la responsabilidad del poder hace mudos incluso a los diccionarios como Dumas.Pregunta. Tras las esperanzas suscitadas por la cumbre de Fontainebleau, las dificultades y los obstáculos entorpecen de nuevo la adhesión española: ¿puede decirse que se va a retrasar la negociación con España hasta más allá de finales de septiembre o incluso que esa negociación desbordará 1980

Respuesta. Usted sabe que en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de Fontainebleau se fijó como objetivo concluir las negociaciones sobre la ampliación a finales del mes de septiembre, para efectuar la adhesión efectiva de España y Portugal el 1 de enero de 1986. Pues bien, ese objetivo continúa siendo el nuestro. Por ello, yo pedí en el último Consejo de Bruselas que se acelere el ritmo de la negociación. Es cierto que existen dificultades serias en el interior de los diez, pero también con los países candidatos y, por tanto, con España. En junio, con la presidencía francesa, se dio un paso importante. Ahora, cada uno debe hacer un esfuerzo sobre todos los temas aún no resueltos para que los plazos fijados se respeten. En todo caso, a mí me parece quees preferible un retraso de algunas semanas más que un remate apurado de las negociaciones.

P. A la vista de la situación actual de las negociaciones, ¿cree usted que la adhesión portuguesa se producirá antes que la española?

R. Es un hecho que las negociaciones con Portugal están hoy más avanzadas que las españolas. Y me parece que se concluirán rápidamente. A pesar de ello, como le he dicho, el objetivo continúa siendo el mismo: la adhesión efectiva y simultánea de los dos países desde el 1 de enero de 1986. Personalmente, deseo que se respete ese objetivo.

P. La proposición de reunión de los ministros de los diez que hizo usted en Bruselas recientemente, ¿significa un cambio de la fórmula de negociación con España y Portugal para la ampliación de la Comunidad?

R. De ninguna de las maneras. Mi proposición apunta simplemente a acelerar los trabajos de los diez, y esto pensando siempre en los plazos fijados. Está claro, además, con la presidencia irlandesa, que nada será posible sin un compromiso político firme de todos los Estados miembros que desemboque en posiciones, abiertas que favorezcan los compromisos. Sobre este punto, me parece que una reunión de los ministros de los diez facilitaría la expresión de esa voluntad política. Es lo que yo he propuesto.

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'La ampliación de la CEE es una suerte para Europa'

P. El año 1985 será un año preelectoral en Francia, puesto que en 1986 se celebrarán cómicios legislativos muy importantes. Teniendo en cuenta el problema electoral que plantean los agricultores franceses, que se oponen a la adhesión española, ¿cree usted que a lo largo de1985, como está previsto, ratificará la Asamblea Nacional Francesa la entrada de España en la CEE?

R. En cuanto se concluya la negociación, el Gobierno presentará en el Parlamento el proyecto de ley que autorizará la ratifícación del tratado de adhesión. Será entonces cuando la representación nacional tendrá que pronunciarse. Lo único que yo puedo decirle es que, personalmente, estoy convencido de que la ampliación es una suerte para Europa y que los representantes electos del pueblo sabrán deducir las consecuencias. Yo creo que, sin retraso, harán posible la ratificación del tratado de adhesión a partir del momento en que este último responda a las exigencias de la protección de los intereses legítimos franceses.

P. ¿Cuál es el problema mas espinoso, a su entender, por lo que se refiere a la negociación con España: el aceite de oliva, el vino o la pesca?

R. Esos tres sectores que usted cita plantean problemas delicados. Para que la ampliación de la comunidad sea un éxito es necesario que la entrada de los nuevos Estados miembros no trastorne fundamentalmente las reglas del juego ya establecidas. Esto es lo que se llama el logro comunitario. Pero es natural que los nuevos Estados miembros encuentren ventajas en su participación en la vida común. Es una cuestión de equilibrio entre intereses a veces converlentes y a veces contradictorios. stas son exactamente las dificultades que en¿ontramos en los sectores del vino, de la pesca y del-aceite de oliva. Para superarlas es necesario que nuestro interlocutor español acepte el logro comunitario, por ejemplo, en lo que toca a la pesca, que fue difícilmente elaborado en 1983. También es necesario que le sean concedidas modalidades satisfactorias para los períodos transitorios, cuando estos últimos sean necesarios. Por fin, en los casos del vino y del aceite de oliva, convieni realizar rápidamente las indispensables modificaciones del lógro comunitario. Sin estas últimas, la ampliación conduciría a gastos insoportables para la Comunidad y a trastornos graves en los mercados. Esto es lo que se decidió en la reunión de Fontainebleau.

P. Señor ministro, ¿establece usted algún lazo entre la integración de España en el Mercado Común y su pertenencia a la Alianza Atlántica?

R. La pertenencia de España a la Alianza es un problema español y de los responsables de esa Alianza Atlántica. No tengo por qué pronunciarme en consecuencia.

'El 'Guernica' contiene la memoria de Europa?

P. ¿Qué perspectivas adivina a la construcción comunitaria?. ¿Ha percibido la tradicional división entre la derecha y la izquierda?.

R. Hoy, como ayer, las perspectivas europeas me parecen grandes a partir del momento en que se desborden los bloqueos engendrados por.las presiones nacionales a corto plazo. Es menester Un impulso político permanente. La presidencia francesa ha lanzado numerosas ideas, como la definición de políticas nuevas comunitarias.

P. Dejando de lado las cuestiones comunitarias, ¿cómo aprecia usted la reciente oferta de negociación del Gobierno español a ETA Militar? ¿Podría el Gobierno francés intervenir, directa o indirectamente, en esa posible negociación?

R. Es una me dida concreta, pero no puedo permitirme el juzgarla. Esa cuestión compete a la soberahía española. Tampoco considero deseable que el Gobierno francés intervenga, directa o indirectamente, en esa negociación, si es que llega a celebrarse.

P. Del presidente François Mitterrand se ha dicho todo o casi: que es muy culto, que es tímido, o antipático, o enigmático, o florentino, etcétera. Usted es una de las poquísimas personas que le conocen y que ha vivido siempre muy a su lado. ¿Qué diría usted de Mitterrand?

R. Conozco al señor Mitterrand desde hace mucho tiempo. Hemos militado juntos y, al margen de las afinidades políticas, le valoro como uno de los hombres de Estado más clarividentes de nuestro siglo. Su amistad me honra. Mitterrand no es ni lo que usted dice ni lo que muy frecuentemente repiten quienes no le conocen o quienes desean denigrarlo. Es un hombre como los demás.

P. Usted ha conocido muy bien a Picasso y contribuyó personalmente al retomo del Guernica a España. ¿Cómo evocaría usted hoy a Picasso?

R. He sido el amigo y el abogado de Picasso. ¿Existe un genio más europeo y más español que él? Picasso es el símbolo por excelencia del laio de unión que existe entre España y Francia y con los países europeos. Toda su obra roza las raíces más profundas de la cultura occidental, de la prehistoria, como del arte griego. Él solo es el resumen de la historia del arte: él fue perfectamente clásico o completamente barroco. Se inspiró de las más grandes pinturas de la escuela europea y el mediterráneo Picasso supo también mirar hacia el Nor te: Rembrandt, por ejemplo. El retorno del Guernica al continente europeo, a Madrid, es un símbolo histórico y político en el que yo participé de acuerdo a su voluntad. Esta obra de arte contiene la memoria de Europa.

P. Las amistades que usted ha tejido con españoles de todas las tendencias ¿podrán favorecer la consolidación de las aún frágiles relaciones franco-españolas?

R. Yo quiero a su país. Hablo su lengua, y no muy mal parece ser. Estudié en la Universidad de Verano de Segovia en la misma época que Fernando Morán, el actual ministro de Asuntos Exteriores. Las relaciones amistosas anudadas entonces facilitan hoy nuestras relaciones y otro tanto ocurre con otras personalidades políticas españolas. Pero yo no soy una excepción. Otros miembros del Gobierno francés son amigos fieles de España. La historia y la cultura españolas están cercanas a las francesas y forman parte del patrinionio europeo. Ya es hora de que Europa conozca mejor a España. Hoy, sus cantantes y sus músicos ocupan la primera fila en los escenarios mundiales. Mis amigos Domingo y Carreras y la señora Caballé, como otros muchos, son portadores insignes de sus calidades artísticas. Los industriales y comerciantes de España la representan en el mundo entero. Sí, España tiene su sitio en la Comunidad Económica Europea, y esto por muchas razones.

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