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ANDALUCÍA

Demanda judicial contra los obispos de Sevilla y Jerez por supuesta doble venta de dos edificios

La presunta doble venta por parte de la Iglesia de dos casas del centro de la ciudad se ha convertido en primer tema de conversación en Jerez, en cuyo Juzgado número 2 ha sido presentada demanda contra la diócesis de Jerez, la archidiócesis de Sevilla y los respectivos titulares de ambas, cardenal Bueno Monreal y obispo Rafael Bellido, así como contra el segundo comprador, la cooperativa La Atlántida, a la que se acusa de haber actuado de mala fe. La demanda fue presentada por Rafael Rivero, en representación de la familia Romero Valdespino, en cuyo poder obra un contrato de compra de las dos casas anterior al de la citada cooperativa.

Las casas objeto del litigio, conocidas en Jerez como casa del Obispo y casa de la Hermandad del Trabajo, están adosadas y se encuentran situadas en el centro de la ciudad, entre la calle de San Cristóbal y la plaza del Progreso, Se trata de dos casas cedidas en legado a la Iglesia por la duquesa de Lebrija, bien que condicionadas a un derecho de usufructo por parte de la hermana de la donante, Ana Manjón. Ambas casas cierran una manzana, el resto de la cual es propiedad de. la familia jerezana Romero Valdespino, propietaria de una bodega jerezana de volumen medio y de un hotel, Los Cisnes, cerrado hace pocos años, situado en dicha manzana.La idea de la familia Romero Valdespino con la compra de las dos casas objeto ahora de litigio es unir la superficie ocupada por ellas a otras dos casas más, propiedad de la misma familia, y al hotel, con todo lo cual se completa la manzana, en un lugar privilegiado en el centro de la ciudad. Ahí, la familia Romero Valdespino construiría una unidad de animación -un centro comercial con multicines, hotel y numerosas tiendas-, que iría encaminada a potenciar comercialmente el centro de Jerez. La parte principal de la manzana da a la calle Larga, la principal vía jerezana, tiempo atrás el paseo de la ciudad y hoy convertida en una incómoda carretera con alto volumen de tráfico.

Tanto el hecho de que el centro de Jerez carezca de un foco de animación, del que parece estar necesitada la ciudad, como el exista el estudio de transformar en vía para peatones la calle Larga, mediante la solución de hacer subterráneo el tráfico a través de la misma, hacen extraordinariamente atractiva la idea de la familia Romero Valdespino de crear un centro,de las características anunciadas en el lugar indicado. A tal fin, se efectuó en el año 1975 la compra de las dos casas hoy en litigio. La familia compradora entregó cinco millones de pesetas al contado y se comprometió a pagar otros cuatro en los dos años siguientes; siempre condicionando las nuevas entregas a que el arzobispado de Sevilla, entonces propietario de las casas, las liberara del usufructo al que estaban sometidas a favor de la hermana de la donante, Asunción Manjón.

El tiempo pasó sin que el usufructo fuera liberado por la resistencia de Asunción Manjón a dejar las casas libres, por lo que la familia Romero Valdespino no completó el pago de las cantidades ni pudo escriturar la compra. Pero, entre tanto, trabó contactos, a través de su apoderado, Rafael Rivero, con miembros de la Asociación de Comerciantes de Jerez (Aceje), para interesarles por el proyecto del pretendido centro comercial.

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En junio de 1983, la hermana, de la donante liberó el usufructo, sin que tal cosa fuera comunicada por, la Iglesia a los coinpradores, que sólo intentaron formalizar en escritura la compra una vez que supieron del fallecimiento de la titular del usufructo, el pasado mes de febrero. Entonces se encontraron con que los dos edificios habían sido vendídos de nuevo, esta vez a la cooperativa La Atlántida, formada por personas de Cádiz y Jerez, y que tiene también la intención de crear un centro comercial y de entretenimiento en el lugar.Según explicación formal ofrecida por la Iglesia a través de El Correo de Andalucía, la primera venta existe y fue efectuada, efectivamente, por el arzobispado de Sevilla, pero a una sociedad, Los Cisnes, SA, que ya se ha disuelto. De acuerdo con la misma explicación, todos los bienes de la iglesia en Jerez fueron transferidos, después de aquella venta y antes de la segunda, a la diócesis de Jerez, creada en el año 1980, que, al encontrarse con que la sociedad compradora se había disuelto, no ha tenido inconveniente en vender las casas de nuevo, ya que confia en que sea el juzgado quien dé el mejor destino posible a los cinco millones de pesetas entregados por los Romero Valdespino en el año 1975.

Esa notificación a través del El Correo de Andalucía, de propiedad mayoritaria de la Iglesia, es la única información posible a la que ha podido tener acceso este periódico. Ni la archidiócesis de Sevilla ni la diócesis de Jerez, creada entre una y otra compra, han querido entrar en nuevas precisiones sobre el asunto.

Sin embargo, el contrato de compra de las dos casas que obra en favor de la familia Romero Valdespino no está a nombre de Los Cisnes, SA, sino efectuado por un miembro de la familia en nombre de Los Cisnes, SA, de la bodega A. R. Valdespino y de la propia familia, y una cláusula establece que el comprador podrá poner la compra a nombre de la sociedad o persona física que estime conveniente, con lo que la disolución de Los Cisnes, SA, no rompería el contrato.

Igualmente, en el contrato se compromete la Iglesia a liberar las fincas del usufructo, razón que esgrime el representante de la familia compradora para no haber abonado los cuatro millones de pesetas pendientes hasta que tal condición se hubiera cumplido. Por su parte, la postura de la cooperativa La Atlántida, que compró las dos casas el pasado mes de marzo, un, mes después del fallecimiento de la titular del usufructo, es la de que su compra al obispado de Jerez es legal y está en regla. La Atlántida ha efectuado su compra por 16 millones de pesetas (seis al contado, y los otros 10, a pagar en 10 años).

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