El alcoholismo en España
Ante la emisión por Televisión Española del programa Protagonista, el vino, donde se pretende divulgar su consumo, dirigido a un público mayoritario, y desde luego desprovisto de una información sanitaria s obre la cuestión, creo conveniente llamar la atención de las autoridades sanitarias sobre este problema.En primer lugar, hay que recordar que en 1978 España ocupaba el tercer lugar de consumo de alcohol en el mundo, y el mismo lugar en cuanto al número de enfermos afectos de la enfermedad alcohólica, y que esta situación desde entonces, lejos de disminuir, se ha agravado, hasta el punto de que en 1981 el consumo de alcohol por habitante y año era de 14,1 litros, lo que nos situaba en el segundo lugar mundial. Las cifras absolutas de alcohólicos, según los últimos estudios, daban la escalofriante cifra de dos millones de alcohólicos en España, mientras el número de adictos a la heroína era de 80.000, lo cual nos da idea de la magnitud del problema.
En lo que atañe a los costes sociales de la enfermedad alcohólica, en 1975 se cifraban alrededor de los 20.000 millones de pesetas, lo que, evidentemente, hace que haya que considerar al alcoholismo como la toxicomanía predominante y más costosa con mucho en nuestra sociedad.
Lo que desde luego parece intolerable es que una determinada presión socioeconómica con grandes intereses consumistas pueda colarnos el bochornoso y tercermundista gol social, cultural y sobre todo sanitario de que el consumo de alcohol es un bien. Sin que, por el contrario, las autoridades sanitarias no adviertan de forma clara y rotunda de los peligros reales que entraña el consumo de alcohol y la dependencia psicosocial que produce, derivada del mismo. Con un proceso de evolución, tolerancia y dependencia perfectamente descritos en todos sus extremos.
O sea, que el consumo de alcohol no pone a tono simplemente, sino que engancha, ¿vale?-
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