Felipe González resta importancia a la alianza entre Trípoli y Rabat
El presidente del Gobierno español, Felipe González, reiteró ayer que el acuerdo entre Libia y Marruecos no afecta para nada a la marcha de la política exterior española ni a la estabilidad de Ceuta y Melilla, "que pueden mantener su soberanía sin que se produzca ningún tipo de interferencias".Las declaraciones del máximo responsable del Ejecutivo español reinciden en las palabras pronunciadas por el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, y sus portavoces en el sentido de que el acuerdo que hoy se somete a referéndum en el país marroquí "no originará variación alguna en la política exterior española".
Felipe González, tras ser recibido por el rey Juan Carlos en el palacio de Miravent, en Palma de Mallorca, afirmó, en una improvisada conferencia de prensa, que el tratado de unión entre Rabat y Trípoli no tendrá repercusiones en España, a pesar del contencioso de Ceuta y Melilla.
Al anunciar la celebración del referéndum, Hassan II de Marruecos se refirió a la unificación territorial de Marruecos, "sin olvidar a esas ciudades del Norte".
A lo más que ha llegado la diplomacia española es a afirmar que "si las autoridades de Marruecos insisten en esa idea, provocarán una nota de protesta del Gobierno español, como ha sucedido en otras ocasiones".
En declaraciones a Efe y a Radio Nacional, el líder socialista Abderrahim Buabid aseguró ayer que el tratado "no está centrado sobre el problema de Ceuta y Melilla" y que es muy difícil que cree una nueva relación de fuerzas en el Estrecho. Buabid agregó que el tratado "deja a las dos partes, a España y a Marruecos, la elección de poder entablar contactos para encontrar una solución que puede ser tanto política como humana, porque el problema es sobre todo un problema humano en la población española de Ceuta y Melilla".
Según AFP, el tratado entre Marruecos y Libia podría entrañar recortes en el programa de ayuda económica y militar de EE UU a Rabat, según fuentes del Congreso norteamericano que, figuran en las comisiones de control de los programas de ayuda al extranjero.
