Reagan parte como claro. favorito contra Mondale en los debates televisados de la campaña presidencial
Los electores estadounidenses, que deberán elegir presidente el 6 de noviembre próximo, se encuentran ante una opción conservadora, que ofrecen los republicanos, y una liberal, que presentan los demócratas, una vez finalizadas las dos convenciones nacionales que han nombrado a Reagan para su reelección y a Mondale como alternativa. La batalla electoral ya está en marcha y en ella tendrán una importancia capital los debates televisados
El actual presidente republicano, Ronald Reagan, ratificada espectacularmente por la Convención Nacional Republicana, celebrada la pasada semana en Dallas (Tejas), tiene ante sí al candidato Walter Mondale, nombrado por la Convención Nacional Demócrata, celebrada a mediados del pasado mes de julio en San Francisco (California).La campaña electoral está ya en marcha, aunque todos los observadores consideran de capital importancia los dos debates televisados que enfrentarán, cara a cara, a Reagan y Mondale probablemente en el curso del próximo mes de octubre, en la recta final de la batalla por la Casa Blanca. También habrá debates entre el actual vicepresidente, George Bush, y la candidata vicepresidencial demócrata, Geraldine Ferraro.
Contraste de personalidades
En los debates de televisión se contrastarán las personalidades y los programas de cada uno de los dos grandes partidos políticos de EE UU, un país que no parece dar opciones para la existencia de otras formaciones políticas con posibilidad de incidir en la vida nacional, aunque varias formaciones marginales, desde los ultraderechistas hasta el Partido Comunista norteamericano, presentan también candidatos presidenciales simbólicos.
En la televisión, el veterano Ronald Reagan, de 73 años de edad, discutirá con el joven Walter Mondale, de 56. A nivel de imagen televisiva, los ases están en la manga del actual presidente. Sus dotes de actor, tras un largo aprendizaje hollywoodiano, hacen que se mueva mejor ante la cámara. También cuenta su sentido de la ironía, el chiste fácil o la sonrisa, en contraste con el un tanto apagado Walter Mondale, en lo que se refiere a imagen en la pequeña pantalla.
Tras el balance de imagen entre Reagan y Mondale, inicialmente favorable el actual presidente republicano, los dos líderes discutirán en torno a los programas definidos por las respectivas plataformas en las convenciones nacionales.
Aunque en el fondo no hay grandes discrepancias entre republicanos y demócratas, en cuanto al modelo de sociedad adecuado para EE UU, la preponderancia en la defensa o el interés en incidir en la mayoría de asuntos mundiales, sí hay matices considerables en los métodos a aplicar para lograr los objetivos. En sus respectivos programas, los republicanos ofrecen un nuevo giro a la derecha conservadora y nacionalista, mientras que en los demócratas hay un cierto regreso a las tesis liberales con el resto del mundo.
Diferencias en los programas
Las diferencias entre los dos programas pueden resumirse, a grandes rasgos, en los siguientes cuatro apartados:
1. En política económica, los republicanos anuncian que, no habrá nuevos impuestos, quieren una prerrogativa presidencial para tomar medidas contra el déficit público pasando por encima de los votos del Congreso, y anuncian la continuidad de la, recuperación económica. Por su parte, los demócratas" predicen que habrá nuevos impuestos como única vía para reducir el déficit del presupuesto que hipoteca la recuperación económica, denuncian la política económica de Reagan como antisocial por sus recortes financieros a la ayuda alimenticia, médica y de enseñanza para los más pobres.
2. En política social, los republicanos no mencionan en su plataforma el proyecto de enmienda constitucional para aprobar el Equal Rigts Amendrnent (ERA), que igualaría los derechos de la mujer a los del hombre, asunto de capital importancia en materia de igualdad de salarios. Los republicanos quieren revocar la actual legislación que permite el aborto, imponer la plegaria en las escuelas, y defienden la actual libertad para la compra y tenencia de armas. Los demócratas preconizan todo lo contrario, en cada uno de esos puntos, en su plataforma política: quieren aprobar el ERA, mantener la actual legislación sobre el aborto, se oponen a la plegaria obligatoria en las escuelas y desean cierto control en la venta de armas.
3. En el capítulo de la defensa, el principal contraste está en que los republicanos no mencionan la posibilidad de una congelación de armas nucleares y apoyan los nuevos planes de defensa de cara a una guerra espacial. Los demócratas son partidarios de la congelación y negociación, desean un mayor control en el gasto militar y opinan que es fútil el esquema de defensa para una guerra de las galaxias que presenta la Administración Reagan.
4. Por último, en política exterior hay gran diferencia de énfasis a la hora de formular' propuestas para negociar con los soviéticos, apareciendo los demócratas como más flexibles. En relación con Centroamérica, la plataforma demócrata es partidaría de la negociación antes de la intervención, mientras que los republicanos presentan el caso de la invasión de Granada como un ejemplo de la línea a seguir por EE UU en Centroamérica.
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