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Reportaje:

La zona oriental de Asturias se ha consolidado como el principal núcleo turístico del Principado

El boom de Llanes es cosa bastante reciente. Ignacio Quintana, actual director general de la Juventud y uno de los muchos veraneantes asiduos de la villa llanisca, citaba hace poco al escritor José Saro, quien ya intuía, en 1895, que "podría mejorarse la riqueza estable de la comarca acrecentándose en la villa y pueblos del litoral (...) con las colonias veraniegas que, sin género de dudas, aquí se establecerían, ávidas de reposo y tranquilidad, sobre todo si el acceso fuera breve y equitativo".

Hoy, 100 años después, llegar a Llanes es un objetivo fácil y esperado para esas 150.000 personas que visitan la zona cada verano, según el cálculo estimativo de Ramón Sordo, presidente del Centro de Iniciativas y Turismo. "Hay que tener presente", señaló Sordo a este periódico, "que Llanes no es sólo la villa, sino todos los pueblos de los alrededores: Nueva, Barro, Celorio, Posada, Vidiago, Buelna. Desde hace seis o siete años se ha generalizado la adquisición y el alquiler de casas en estos lugares e incluso en otros más aislados y menos conocidos: Parres, Porrúa, Purón. Eso, sin olvidar los cinco campings, que albergan a casi10.000 personas en la temporada estival".

Una colonia muy diversa

En julio y agosto Llanes se convierte en lugar de encuentro para veraneantes de muy distinta procedencia y condición: los clásicos de Oviedo, la numerosa colonia llanisca en Latinoamérica, los centenares de madrileños, la oleada de centroeuropeos. Los asiduos, familias bien de Oviedo y Gijón, señores de Madrid, tienen casi todos piso propio, o se alojan en el Don Paco, el mejor hotel de Llanes. Las casas de núcleos rurales y los apartamentos de alquiler acogen también a una parte muy considerable, pues en Llanes tan sólo hay dos hoteles: esto no es Benidorm, y el verano, por mucho qué se estire, no dura más de dos meses en el Cantábrico, en el mejor de los casos. Sin embargo, los cinco campings instalados entre Celorio y Vidiago, con capacidad teórica para 7.000 personas, pero ampliables en caso de necesidad, pueden con todos los demás visitantes.Salvada la diferencia de clase que establece la vivienda, todo lo demás son actividades compartidas. Por la mañana, si el tiempo lo permite, es obligado cumplir con la cita que ya se ha convertido en eslogan turístico de la comarca: Llanes, 30 playas. Son 30 ensenadas de arena fina y aguas claras en menos de 25 kilómetros de litoral. Tan amplia oferta permite casi todas las posibilidades: desde las coneurridísimas de Sablón y Toró, dentro del casco urbano de Llanes, hasta la desnudista de Torimbia, lugar pionero en Asturias en la costumbre de tomar el sol en cueros sin necesidad de autorizaciones expresas, pues esta playa no está calificada como desnudista. Las de Cuevas del Mar, San Antolín, Barro, Too y Buelna gozan también de notable predicamento entre los bañistas.

Pero Llanes, que curiosamente no constituye una población típicamente marinera, es algo más que playas. Al atardecer, las terrazas de chigres y sidrerías quedan completamente abarrotadas de turistas que consumen con deleite sardinas a la plancha y mariscos del Cantábrico. A esas horas, encontrar un sitio en La Cueva, El Campanu, El Riveru o El Rompeolas no es nada fácil. Tampoco lo será más tarde, cuando los más jóvenes cierren la cremallera de la tienda de campaña para acercarse hasta Les Escueles, Studio 3, Canary, Matiu's o La Araña, las discotecas más populares de la zona. Es el tiempo también de darse una vuelta por El Almacén, Teorema, Brezzo, La Muralla o El Taleru, que son algunos de los pubs más frecuentados en las animadas madrugadas de Llanes.

El pueblo de siempre

Pero hay también un Llanes de siempre, más bien tradicional perfectamente reflejado en las páginas de El Oriente de Asturias un semanario muy particular que se publica desde hace 117 años y que lleva en su cabecera el honroso título de decano de la Prensa asturiana. Este periódico, editado por la imprenta Maya, sirve para conocer al dedillo los últimos actos sociales -bautizos entierros y primeras comuniones- y permite saber quiénes van y quiénes vienen de veraneo Las últimas bodas y peticiones de mano, redactadas en un estilo auténticamente decimonónico tienen también una considerable acogida en sus páginas.Basta un ejemplo, tomado del número del 11 de aiosto último: "El pasado 14 de julio, y en el incomparable marco de la basílica de Santa María de Llanes, adornada. primorosamente con bellísimos ramos de flores, se ha celebrado el enlace matrimonial de la joven y bella señorita llanisca Josefina Álvarez Prieto con don Eugenio Martínez Zamora,'de muy distinguida familia de Oviedo". En la misma página se anuncia la visita a Llanes del presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, invitado por el ayuntamiento de la villa, adonde se trasladó el pasado lunes desde la cercana Ribadesella, donde pasa sus vacaciones.

Este Llanes tradicional es también el que se da cita en El Auseva, de cuatro a nueve, hora establecida para servir los peñasanta, riquísimos helados de la casa. La confitería tiene fama bien ganada en Llanes, y la mejor prueba son los numerosos establecimientos de este tipo existentes en la villa, que ofrece también suculentas oportunidades para los gastrónomos, con restaurantes especializados en fabes con almejes, besugo a la espalda, fabada asturiana y salmón y trucha de los ríos Sella y Cares.

Los cursos de verano para extranjeros que organiza la universidad de Oviedo, los paseos por San Pedro, las excursiones de montaña (la comarca limita al Sur con la sierra de Cuera y los Picos de Europa), el picadero de caballos de Andrés y Belén, y las fiestas populares que se celebran a lo largo de todo el verano, son otros muchos alicientes de esta zona. Llanes, un lugar muy poblado durante la prehistoria en Asturias y que aún conserva parte del recinto amurallado que mandó construir Alfonso IX hace ocho siglos, fue también importante puerto ballenero en el XVIII. Hoy, sin embargo, el turismo se ha convertido no sólo en su principal actividad, sino en su característica más peculiar y acentuada.

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