Sorpresa en los partidos parlamentarios ante la iniciativa
Las principales fuerzas políticas parlamentarias recibieron ayer con gran sorpresa el anuncio del Gobierno de negociar directamente con ETA Militar el fin de las hostilidades a cambio de facilitar a sus miembros la reinserción social, previa suspensión de cualquier actividad delictiva y entrega del armamento que posee la organización. Esta sorpresa fue seguida de cierta cautela por parte de la clase política, sobre todo a lo largo de la mañana, hasta que la propuesta negociadora, adelantada en una información publicada ayer por EL PAIS, fue confirmada oficialmente por el Gobierno a través del portavoz oficial del Ministerio del Interior. La confirmación se produjo a las 14.07 horas a través del diario hablado de Radio Nacional de España y fue ratificada por el propio ministro del Interior, José Barrionuevo, en el primer telediario de la noche.La sorpresa del anuncio de la propuesta negociadora llegó incluso a algunos altos cargos del Ministerio del Interior, entre ellos el director general de la Guardia Civil, José Antonio Sáenz de Santa María, que se encontraba en Palma de Mallorca asistiendo a la inauguración de un establecimiento del Instituto, acto que presidía el Rey. El teniente general afirmó que "un Gobierno no debería negociar con una banda de terroristas". Sin embargo, avanzado el día, los órganos policiales del Ministerio del Interior, tanto la dirección general de la Guard¡a Civil como la de la Policía, reacciona ron positivamente a la llamada de Barrionuevo a ETA para que abandone la lucha armada. Un destacado jefe de la Guardia Civil, pese a reiterar la incomodidad que supone a los miembros de este colectivo plantear cualquier aspecto relacionado con ETA que no sea eminentemente policial, manifestó que "todo lo que se haga para acabar con el terrorismo será siempre bien venido".
Un alto cargo de la Dirección General de la Policía indicó, por su parte, que el funcionariado entiende y acepta las tres premisas fundamentales que encierra esta negociación, a su juicio, eminentemente policiales: "Cese inmediato de la lucha armada, entrega del armamento y resinserción social en España de todos aquellos terroristas", esto último siempre que no tengan delitos de sangre, según la policía.
La confirmación de la información adelantada por EL PAIS la realizó el portavoz del Ministerio del Interior, Julio Fernández, a las 14.07 horas, a través de Radio Nacional de España. Preguntado por el periodista sobre la información publicada por este periódico, Fernández dijo: "Sí, efectivamente, lo que publica el periódico al que usted alude es exacto. Tan exacto es que en anteriores ocasiones el propio ministro del Interior lo ha reiterado en otras declaraciones públicas, en un lenguaje más o menos coloquial".
Añadió el portavoz ministerial que la propuesta del Gobierno no suponía ningún cambio de actitud por parte del Gobierno en su política antiterrorista, y precisó que su principal contenido es ofrecer diálogo a ETA, "si es preciso y es posible", sobre tres aspectos: cese de la actividad criminal, entrega del armamento y consiguiente reinserción social, "con el lógico acatamiento del ordenamiento constitucional y sin ningún tipo de connotación que mínimamente pueda aparecer relacionada con el ámbito político".
Reacciones diversas
Hasta que no fue confirmada oficialmente la propuesta, la mayoría de los dirigentes políticos no, llegó a pronunciarse, -como Manuel Fraga-, si bien hubo un abanico de declaraciones anteriores, con valoraciones de todo tipo, como la del diputado del Grupo Popular Gabriel Elorriaga, que la calificó de "frivolidad" la del dirigente comunista Jordi Solé Tura, que declaró que "no era un buen camino", o la de su compañero de partido Francesc Frutos, que la definió como "positiva".
Adolfo Suárez, ex presidente del Gobierno, indicó que le parecía positivo todo intento de diálogo y Carlos Robles Piquer, secretario general adjunto de Alianza Popular, manifestó que ¡a única novedad que observaba en la oferta del Gobierno era la predisposición de Barrionuevo de entrevistarse con un dirigente de ETA; se mostró "escéptico" sobre las posiciones de la organización terrorista, y aventuró "un resultado probablemente estéril". No obstante, dijo que su partido compartía, e incluso defendía "con especial vehemencia", los tres principios que recoge la oferta gubernamental.
Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña y líder de Convergència Democrática de Catalunya (CDC), manifestó, por su parte, que consideraba positiva cualquier aproximación para la resolución del terrorismo, "venga de quien venga!, y José Ramón Pin, vicesecretario general del Partido Demócrata Popular (PDP), indicó que "cualquier intento para acabar con la violencia en el País Vasco debe ser aplaudido por las fuerzas políticas españolas". Pin, sin embargo, precisó que tal como ha sido presentada la oferta, parece .un contrataque de imagen por parte del Gobierno socialista".
La oferta negociadora encontró un amplio eco en medios informativos europeos. En el Ministerio del Interior se registró medio centenar de llamadas de diferentes medios informativos, entre ellos los principales diarios extranjeros.
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