La conferencia sobre población insta a evitar el aborto como planificación familiar
ENVIADO ESPECIAL, La delegación del Vaticano ante la Conferencia Internacional de Población logró, tras un tenso debate en el seno de la comisión que prepara la declaración de México, la aprobación de un texto por el que se insta a los Gobiernos a que "de ninguna forma" promuevan el aborto como método de planificación familiar. La propuesta inicial de la Santa Sede era más dura y fue muy contestada, pero la delegación vaticana se mostró flexible y aceptó las modificaciones propuestas por Noruega y Francia, que permitieron alcanzar el acuerdo. Ayer se desarrolló la quinta sesión de la Conferencia Internacional, que se celebra en México hasta el día 13 de agosto, si bien es posible uná prórroga de las sesiones.El texto original de la propuesta pretendía modificar la recomendación siete, relativa a la elaboración de políticas demográficas, mediante la adición de la frase siguiente: "En los programas demográficos se debe excluir el aborto como método de planificación de la familia". Gran cantidad de delegados, algunos de los cuales señalaron que en sus países el aborto es ilegal, se opusieron a lo que consideraban una intromisión en la soberanía de los Estados y una violación del derecho de la persona a decidir el método de control de la natalidad deseado.
Sólo Argentina, El Salvador y Perú apoyaron la propuesta vaticana. En la mayoría de las más de 50 intervenciones contrarias quedó de manifiesto un consenso general en favor de excluir el aborto de entre los métodos de planificación familiar. En esa línea se pronunció también la representación española, en nombre de la cual Joaquín Arango dijo que "España no acepta el aborto como método de planificación familiar pero, por eso y por razones de soberanía y de respeto a los derechos individuales, nos oponemos a la enmienda de la Santa Sede, sin perjuicio de estar de acuerdo con que se traten otros aspectos del aborto".
El delegado de la Santa Sede aseguró que no era su propósito inmiscuirse en la soberanía de las naciones sino estimularlas a no utilizar el aborto en su política demográfica. Noruega propuso entonces suavizar el texto mediante una frase que dijera: "El aborto no debe considerarse una medida de planificación familiar" e incluirla en la recomendación 20, dedicada a tales medios de planificación. Francia, en cambio, propuso otra ubicación, que luego resultó definitiva: en la recomendación 13.
Según la redacción aprobada finalmente, con la única reserva formal de Suecia y reticencias por parte de la India y Senegal, se insta a los Gobiernos a que "adopten medidas apropiadas para ayudar a las mujeres a evitar los abortos que, de ninguna forma deberán ser promovidos como método de planificación familiar y, cuando sea posible, se ocupen de dar tratamiento y asesoramiento humanitarios a las mujeres que hayan tenido que recurrir al aborto".
El texto puede servir de justificación a Estados Unidos para no cumplir la amenaza de retirar su ayuda al fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población, condicionada en su día a que se garantice que el aborto no se empleará como método de planificación familiar.
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