Los contrabandistas han perfeccionado sus métodos, dice el gobernador de Pontevedra

El gobernador civil de Pontevedra, Virginio Fuentes, ha manifestado a EL PAIS que "está produciéndose un recrecimiento vegetativo del con trabando de tabaco rubio en Galicia, y volvemos a correr el peligro de recuperar los niveles de ventas de tabaco ilegal que existían antes de las operaciones policiales de diciembre de 1981. El gobernador ha aclarado que, "según los informes que me envía Tabacalera cada tres meses, en enero de 1984, después de la operación de represión de diciembre, se produjo un incremento de ventas del tabaco rubio legal del 1.943%, pero después de marzo las cifras han vuelto a disminuir considerablemente". El gobernador reconoce que los contrabandistas, actualmente, han perfeccionado sus métodos y han reproducido sus actividades.

Valenciano y licenciado en ciencias químicas, Virginio Fuentes, de 38 años de edad, se ha convertido en el hombre más odiado por los contrabandistas. Ingresó en el PSOE en 1975 y compaginó la política con la enseñanza. En 1978 fue nombrado secretario general de la agrupación socialista de Valencia, y las elecciones municipales de 1979 le llevaron al cargó de teniente de alcalde del Ayuntamiento de la capital valenciana.Ésas fueron sus primeras experiencias en la política, hasta que, después de la victoria socialista en las elecciones del 28 de octubre de 1982, fue nombrado gobernador civil de Pontevedra. Al poco tiempo de llegar a Galicia se casó con su antigua novia, también valenciana, y comenzó a saltar a las páginas, de los periódicos como el hombre que pretende acabar con el contrabando en Galicia. Esto le ha costado conseguirse numerosos enemigos, puesto que esa actividad está fuertemente arraigada en la región.

Virginio Fuentes se planteó al llegar a Pontevedra acabar con el contrabando, "puesto que uno de los puntos del programa del partido socialista es la lucha contra el fraude. Aquí existía una actitud favorable y de comprensión hacia los contrabandistas, y un desafío colectivo hacia la Guardia Civil. Esto constituye el principio de un ambiente absolutamente mafioso, y fue lo que me convenció, amén de otras consideraciones de tipo económico, para luchar contra ello. El contrabando se ha convertido en un poder paralelo en Galicia, y eso es muy grave".

La operación anti contrabando se inicia en diciembre de 1982, nada más llegar Virginio Fuentes al cargo de gobernador civil, y después de diversas consultas al Gobierno, que se mostró de acuerdo en acabar con estas actividades Se realizaron importantes cambios en la cúpula de la Guardia Civil y de la policía, se inició una etapa de coordinación con el Servicio de Vigilancia Aduanera y quedó unificada la información de que se disponía.

449 detenidos

"Por falta de voluntad política", dice el gobernador, "no se había tomado conciencia de este problema, y hubo que actuar". En diciembre de 1983 se dio el gran golpe a las organizaciones contrabandistas, y producto de ello fue la apertura del sumarlo 65/83, que se halla en la Audiencia Nacional.Fuentes no oculta que "el elemento ejemplarizante que se derivaría de una sentencia rápida en relación con ese sumario nos ayudaría muchísimo, pero hasta ahora no ha habido ninguna respuesta".

La operación de represión del contrabando realizada en diciembre de 1983 dio como resultado un total de 449 detenidos, 348 de los cuales lo fueron por faltas leves -aprehensiones menores a un millón de pesetas- y 101 por delitos de contrabando (aprehensiones superiores a esa cantidad).

Virginio Fuentes asegura que, después de esa operación, se notó un aumento brutal de ventas de tabaco rubio nacional. "Por ejemplo", añade, "en enero de 1983 se vendieron 14.000 unidades de una determinada. marca, mientras que en enero de este año la cifra aumentó hasta 296.00W. Fue un incremento, según Tabacalera, de un 1.943%. Posteriormente vendría la recuperación paulatina del tabaco ilegal.

El gobernador explica que "en el mes de marzo se produjo un recrecimiento vegetativo del contrabando y en abril comenzaron a aparecer las planeadoras que habían desaparecido en enero". "Actualmente", añade el gobernador, "los jefes de estas organizaciones no quieren comprometerse en tierra, y sólo se responsabilizan de las transacciones en el mar. Ahora han buscado a gente osada para que recoja la mercancía en el mar y ella misma se dedique a la distribución en tierra. Las transacciones y comunicaciones son más discretas, con lo cual la desarticulación de estos grupos es más difícil. Las organizaciones en tierra se han atomizado y se ha diversificado la entrada de alijos. Además, se han perfeccionado los métodos".

"La batalla en el mar"

Virginío Fuentes reconoce que en abril fueron detectadas dos planeadoras, y "ahora hay 17 embarcaciones controladas que sabemos que están trabajando". "Volvemos a correr el peligro de que se recuperen los niveles anteriores de contrabando, aunque mantendremos la presión". El gobernador se muestra rotundo: "Tenemos que dar la batalla en el mar y mantener el tipo en tierra".

Sobre la acción judicial en relación con el sumario abierto a los contrabandistas no se muestra muy satisfecho. "Los resultados de esta operación no han tenido todavía respuesta judicial, y, por tanto, no se ha rentabilizado nada. Según la responsabilidad de algunos inculpados, se podría solicitar extradiciones a Portugal, donde residen actualmente algunos de ellos".

El problema para el gobernador es difícil de solucionar. "Desde tierra, el control del contrabando es imposible, y además ellos se han hecho un planteamiento: 'Nos van a coger el 10% de la mercancía, pero el resto pasa'. Esto, unido a que las organizaciones están dispuestas a enfrentarse con las fuerzas de seguridad, hace muy difícil su control".

Sobre la entrevista que mantuvo en Portugal el titular de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, con algunos contrabandistas -involuntaria, según el presidente autonómico-, el gobernador afirma: "Quiero creer que el presidente no valoró lo que eso significaba, pero el intermediario, que es un conselleiro, no tiene perdón".