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La Inspección de Trabajo levanta 11 actas en Lérida por infracciones en la contratación de temporeros

La Inspección del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha levantado 11 actas, por valor de 700.000 pesetas, a las empresas agrarias por incumplimiento de la normativa de contratación. De esta normativa quedan fuera las condiciones de alojamiento del temporero y pocos braceros consiguen uno en condiciones.Un total de 1.304 trabajadores temporeros están actualmente empleados en Lérida en la recogida de fruta, de los 2.336 que lo habían solicitado a través del Instituto Nacional de Empleo, según cifras oficiales. De los aproximadamente 8.000 recolectores de fruta que antes de la campaña se calculaba iban a necesitarse, de acuerdo con los datos de 1983, durante los 15 primeros días sólo ha habido oferta para 1.304. Los posibles trasladados de temporeros, desde otras regiones de España, no se han producido. Los municipios de Lérida, Aitona, Torres de Segre y Granja de Escarpe son los que ofrecen más puestos de trabajo.

'Peinado' laboral

Con el inicio de la campaña, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social anunció la puesta en funcionamiento de un plan de peinado laboral para las empresas agrarias de la zona. Hasta el momento, la inspección del citado ministerio ha levantado 11 actas por diversas infracciones, la mitad de ellas relacionadas con el incumplimiento de la normativa de contratación de recolectores de fruta.Los motivos del incumplimiento de la normativa son mayoritariamente por falta de inscripción del temporero en el libro de matrícula del empresario, trámite que comporta el aIta en el régimen de la Seguridad Social; por falta de notificación del personal contratado al INEM y por la presencia de trabajadores extranjeros que carecen de permiso de residencia. El número de africanos, superior a 200 en la última campaña, se ha reducido en ésta considerablemente.

Otra de las infracciones frecuentes es el incumplimiento de los salarios fijados para la campaña, que se sitúan por jornada legal en 1.757 pesetas para los mayores de 18 años y hasta 680 para los de edad comprendida entre los 16 y 17 años. El alojamiento de los temporeros queda fuera de normativa y a merced del trato hecho entre empresario y recolector. Son pocos los braceros que consiguen una casa en condiciones y la mayoría se instala en garajes, graneros u otras dependencias complementarias de las granjas. Los ayuntamientos, en contra de lo previsto, no han asumido la responsabilidad de alojar a los temporeros procedentes de otras zonas "por falta de un local adecuado y presupuesto", según todos los municipios consultados.

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