El Gobierno argentino envía tropas para poner fin al motín de la policía de Tucumán
El Gobierno argentino ordenó el domingo el envío de tropas de la Policía Federal y la Gendarmería -fuerza encargada de la vigilancia en la frontera- a la ciudad de Tucumán, 1.400 kilómetros al norte de Buenos Aires, donde la policía provincial ocupa desde el lunes de la semana pasado el edificio de la jefatura central. Los amotinados reclaman un aumento de su salario y la destitución de varios jefes y oficiales recientemente nombrados.En un comunicado que dieron a conocer el domingo por la tarde, los rebeldes advirtieron que, "en caso de concretarse las nuevas amenazas del poder ejecutivo provincial, podría producirse un incidente armado de nefastas e impredecibles consecuencias".
El gobernador de la provincia, Fernando Riera, de origen peronista, recurrió al presidente Raúl Alfonsín cuando los efectivos policiales acuartelados se negaron a cumplir una orden judicial para que depusieran su actitud. El Gobierno nacional acudió en ayuda de la provincia ante la "gravísima situación" y dispuso el envío de unos 400 hombres, pertenecientes a destacamentos de Buenos Aires y Córdoba.
Las tropas enviadas a Tucumán rodearon al mediodía de ayer el edificio y ocuparon los principales puestos de mando para garantizar la seguridad de dicha lodalidad. El gobernador aceptó la mediación del obispo de la ciudad de Concepción, Jorge Meinvielle, quien había logrado un principio de acuerdo entre las partes en las primeras horas de la tarde.
El conflicto estalló el lunes pasado, cuando unos 2.000 efectivos policiales decidieron ocupar el edificio del Departamento Central de Policía de Tucumán. El problema de los bajos salarios se venía tratando hace tiempo y la situación se agravé ante el relevo en los mandos ordenado por el gobernador Fernando Riera. En febrero pasaron a retiro 210 oficiales'y suboficiales que tenían antecedentes comprobados o se les había iniciado sumario para investigar su participación en la llamada guerra sucia contra la guerrilla.
Beagle: ofensiva final
En medio de ese clima, el Gobierno inicia la ofensiva final para lograr que el Parlamento apruebe el tratado de límites fronterizos con Chile en el canal del Beagle que, bajo la mediación que asumió el papa Juan Pablo II en 1980, está a punto de ser concluido entre ambos países, según un comunicado de la oficina vaticana de mediación hecho público ayer. Según dicho comunicado, Chile y Argentina "han alcanzado convergencias tales que los puntos se han acercado sustancialmente al auspiciado tratado final".
La derecha civil y militar tiene un nuevo argumento para alentar su desesperada reacción, que se centra en los dos atentados registrados el pasado fin de semana en la provincia de Córdoba. Uno fue efectuado contra el doctor Rodolfa Barraco Aguirre, miembro de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CODEP), que investiga en particular los casos denunciados en el campo de concentración La Perla. El otro fue contra la casa familiar de un dirigente de la izquierda peronista.
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