Sobre Els Joglars
La libertad de expresión confiere al señor Boadella y al grupo teatral Els Joglars derecho a representar lo que quieran y les guste allá donde puedan. Pero esa misma libertad de expresión otorga a quienes no están de acuerdo con lo que hacen Els Joglars en Teledeum, o en cualquier otra pantomima, a expresar su disentimiento. ( ... )No puede por eso Boadella iniciar ninguna gesticulación de protesta por el hecho de que sea protestado el Teledeum. Pero si Boadella está obligado a transigir con las reacciones críticas que se le hacen desde la sociedad, un medio técnico del Estado, como es Radio Nacional de España, no debiera ser aportado como instrumento para la defensa del señor Boadella, ni tampoco como herramienta para la autoexculpación o destinada a la réplica más o menos agresiva.
Ni Boadella tiene derecho a monopolizar Radio Nacional de España para proferir frases como las que ayer le fueron escuchadas ("si los católicos pierden la fe por mi obra, poca cosa es la fe" -lo que demuestra la mermelada mental del autor-), ni los responsables de esa misma radio pública debieran disponer de la facultad de irritar a la mayoría inmensa de los españoles, de cultura, formanión y convicciones católicas. Pero esto es otra cuestión. ( ... )
Ciertos derechos de expresión no deben tener otros apoyos que aquellos que la ley establece, al reconocerlos, ni otros límites que los del arbitrio social para aceptar o para rechazar el concreto contenido de su ejercicio. Si en estricto respeto a la libertad debe aceptarse que el señor Boadella monte un espectáculo u otro, también por ese mismo respeto debe el señor Boadella aceptar el rechazo social de su mensaje burlesco, e incluso que nadie se avenga a dispensarle colaboración prestándole un local o alquilándole un teatro, Por lo demás, ante lo manifestado en RNE, no se trata de que con sus burlas de la religión peligren las creencias de nadie: nunca la zafiedad hizo peligrar la fe de nadie. Se trata de que no deben favorecerse -precisamente en defensa de la libertad- las ofensas a la sensibilidad .de la mayoría de los ciudadanos. Todo puede ser criticado, pero nada se debe recabar, o aportar, de la pública colaboración cuando se trata de la burla gratuita: en este caso, para nosotros, de ínfimo nivel.
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