_
_
_
_

El primer ministro francés promete ante la Asamblea Nacional luchar contra el desempleo y unir al país

El nuevo primer ministro francés, Laurent Fabius, prometió ayer decir siempre la verdad al pueblo francés. Esta promesa fue efectuada al comienzo y al final de la presentación de su programa de política general ante la Asamblea Nacional. Se trazó también, como objetivo fundamental de su gestión, la modernización económica, para vencer el desempleo y unir al país.

En un discurso de corte liberal, Fabius confirmó que mantendría la política económica de rigor del Gabinete de Pierre Mauroy y subrayó la necesidad de ayudar a las pequeñas y medianas empresas, "que son las que crean puestos de trabajo".

Fabius pidió la confianza de los diputados, cuya consecución no planteó problemas, habida cuenta de que el Partido Socialista Francés cuenta con mayoría absoluta en la Asamblea. No obstante, a la hora de cerrar esta edición aún no se conocía con precisión la postura de los parlamentarios comunistas.

El Partido Comunista Francés renunció a integrarse en el Gabinete Fabius, aunque continúa perteneciendo a la mayoría gubernamental, según su propio análisis. En todo caso, los diputados comunistas no aplaudieron ninguno de los pasajes del discurso del nuevo primer ministro.

Como estaba previsto, Fabius se presentó ayer ante el Parlamento con un discurso que traduce lo que inspiró de antemano, la semana pasada, el proceso político de clarificación provocado por el presidente de la República, François Mitterrand.

Fabius anunció que, antes de reactivar la economía, es menester sanearla. Y, para ello, los franceses deben proseguir la cura de austeridad a la que están sometidos desde hace más de un año. Que nadie espere nada, vino a decir, antes de que se hayan restablecido los grandes equilibrios.

Dos ambiciones supremas

En el terreno puramente político, el primer ministro, que causó una favorable impresión por su serenidad y precisión contundentes, distanciándose a miles de leguas del lirismo de su antecesor, Pierre Mauroy, empezó por decir sin rodeos que el resultado de los recientes comicios europeos "fue malo" para la mayoría de izquierdas. Pero advirtió acto seguido que "esto no cambia en nada la realidad constitucional", respondiendo así a la oposición, que pide a voz en grito la disolución de la Asamblea Nacional.Clarificado este punto, Laurent Fabius recalcó sus dos ambiciones supremas: modernizar el país y unir a los franceses. Modernizar "para ganar la batalla del empleo", aun sabiendo que en un primer tiempo la modernización supone la supresión de puestos de trabajo. Pero hay que elegir, dijo Fabius, entre "la modernización o el declive".

Para tocar con la mano ese horizonte de la Francia moderna, Laurent Fabius señaló tres medios primordiales. Primero la investigación, sector prioritario de la revolución tecnológica. Luego la inversión, industrial en primer lugar, pero también en otras áreas, como la agricultura, la pesca, el comercio, etcétera.

Para propiciar ese aumento de las inversiones el Estado favorecerá a las empresas privadas aligerándoles la imposición y liberando ampliamente los precios. Y, por fin, el tercer medio a emplear para ganar la batalla de la modernización en Francia será la formación permanente. Laurent Fabius se preguntó por la cantidad de profesiones que tendría que ejercer en el año 2.020 alguien que nazca hoy.

Para modernizar, el primer ministro francés considera indispensable un país unido que declare el alto el fuego de la guerra civil dialéctica permanente que mantienen la derecha y la izquierda. Esa unión entre las fuerzas políticas, a su modo de ver, aunque cada cual mantenga su idiosincrasia ideológica, podría realizarse en torno al tema de la libertad.

Fabius aprovechó para hablar del tema de la enseñanza privada, cuya ley acaba de retirar el presidente de la República con intención de "apaciguamiento".

El primer ministro francés insistió también ampliamente en el tema de la seguridad, e incluso sugirió que un diputado de la oposición colabore a su lado sobre esta cuestión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_