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Preparativos de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles

El Comité Organizador asegura haber solucionado su gestión y estima que obtendrá beneficios

Participar en el sueño fue una película de media hora producida el año pasado por el Comité Organizador de los Juegos de Los Ángeles (LAOOC) y la cadena de televisión ABC. El duro despertar en la primera cita olímpica planteada como negocio está siendo, sin embargo, una realidad para demasiada gente. Los organizadores de los Juegos de la 23ª Olimpiada de Verano presentan hoy su informe ante la Comisión Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI), reunida previamente a la 88ª sesión del COI, que se iniciará mañana. El LAOOC, según comunicó un portavoz de la empresa, ha solucionado satisfactoriamente su gestión, pese a los muchos inconvenientes habidos, en especial la decisión soviética y de otros países del Este de no participar.

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En la película publicitaria del LAOOC, Charlton Heston narraba con sugestiva voz de presidente conservador del Sindicato de Actores las imágenes de esta inmensa urbe, un tanto inexplicable para otras mentalidades. Las canciones acarameladas de Neil Diamond ponían el fondo musical a hermosas vistas de Malibú, Long Beach, Hollywood o Beverly Hills, tres lugares imposibles de visitar en un solo día.Los Juegos Olímpicos de 1984 se van a celebrar en una ciudad de más de siete millones de habitantes, la segunda de Estados Unidos, tras Nueva York, pero que en realidad es ya una enorme conurbación suma de 140, con más de 12 millones de personas 80 lenguas y culturas, repartidas en un semicírculo, de tierra con un radio de 100 kilómetros y el díámetro imaginario dibujado por la costa del océano Pacífico. Los Ángeles no es ya "el paraíso terrestre llamado Edén", como la denominaba García Ordóñez de Montalvo en el siglo XV. De Santa María de Los Ángeles, hace dos siglos, sólo queda el nombre, uno más de los muchos hispanos que jalonan los 820 kilómetros de freeways, autopistas que en su traducción literal, vías libres, contienen una de las muchas mentiras de este paraíso.

Todo es muy grande

En Los Ángeles todo es tan grande que hasta puede empequeñecer unos Juegos Olímpicos ya heridos seriamente desde el pasado 8 de mayo. No opinan así en el Comité Organizador, donde la sensación de triunfo made in USA es total. En realidad, como comentaba ayer un taxista, extrañamente no de origen hispano, en uno de los recorridos habituales de 20 kilómetros que se deben hacer para cualquier gestión (un coche en Los Ángeles es como los pies para andar), "no necesitamos de nadie. Y además de los JJ OO se están jugando las grandes ligas profesionales de béisbol".

El LAOOC, se desconoce si lo comunicará al COI, estima obtener entre 10 y 15 millones de dólares de beneficio. Al precio actual, entre 1.600 y 2.400 millones de pesetas. Cuando la provincia canadiense de Quebec está pagando aún un impuesto por las pérdidas de los ruinosos Juegos de Montreal (que construyó casi todas las instalaciones), el orgullo de la empresa californiana (que sólo ha hecho la piscina, pagada por una marca de hamburguesas), justifica, a su parecer todos los medios. Pero no todos los ha puesto la cadena de televisión ABC, con sus 36.000 millones de pesetas o una cantidad similar por la comercialización de toda clase de artículos, incluida la antorcha olímpica. La venta de entradas no ha funcionado como se preveía (en el moribundo fútbol olímpico, jugado en campos del no menos agónico soccer, era de esperar), pero sí ha dado excelentes resultados todo lo relacionado con alojamientos y transportes.

Esto es Hollywood

En enero de 1983, tras las reuniones de los comités olímpicos nacionales con el COI y el LAOOC (Comité Organizador de los Juegos de Los Ángeles), la mayoría de los delegados se fueron relativamente contentos. Habían conseguido que se les rebajara el precio del alojamiento por atleta y día en 10 dólares (1.600 pesetas), de 45 a 35 (de 7.200 pesetas a 5.600). Son los únicos que han salido ganando.

Si un hotel normal puede costar 20.000 pesetas sólo por dormir, no es extraño que alquilar un coche por 24 días suba a 200.000, o tener derecho a aparcamiento en siete de los lugares teóricamente más atrayentes de competición suba a 150.000 pesetas. Realmente esto es Hollywood, y, quizá para acallar el temor de los organizadores a que se desborden las noticias alarmantes sobre los precios, existe diariamente un buen número de excursiones para periodistas a lugares donde todo es gratis: Disneylandia, los Estudios Universal, la Montaña Mágica o el Museo Wax de Hollywood, entre otras. Quizá se necesite distraer a la Prensa, porque ya no se puede hablar sobre la falta de acuerdo en la seguridad. Todas las policías, que parecieron tener serios problemas de competencias entre sí (sospechosamente agrandados en muchos momentos, tal vez para que no se entrase en otros temas), se encuentran ahora perfectamente ensambladas.

Y, mientras tanto, se recuerda también estos días que las predicciones de los técnicos anuncian the big quake, el gran terremoto para Los Ángeles antes del año 2000. La ciudad está situada en la falla de San Andrés, que ya se abrió en San Francisco el 18 de abril de 1906. La esperanza está en la explosión, pero de Carl Lewis, porque ya ni siquiera podemos comer una hamburguesa tranquilos, por temor a que, en plena degustación, aparezca otro despedido de una empresa (incluso del LAOOC) y, armado hasta los dientes, acabe de arreglar los Juegos.

Bradley y su tribunal olímpico

Tom Bradley, alcalde de Los Ángeles, que no consiguió durante su pasado lanzamiento político tener la fama ni el arraigo de Jesse Jackson entre sus compatriotas de la población negra norteamericana, tampoco parece haber aprovechado su oportunidad olímpica. Es sólo un invitado en la empresa, con papeles a veces desairados, como el desprecio soviético al no recibirle tras el boicoteo.Pero el hombre ha querido poner un parche y ha creado un pomposo tribunal olímpico para intervenir en las denuncias de los turistas, especialmente en cuestiones de precios. Lo compondrán jueces voluntarios, que trabajarán gratis en procedimientos de urgencia, reducidos los 35 días habituales de trámite a 10.

El alcalde no ha especificado si se admitirán denuncias también contra el LAOOC.

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