La llama olímpica ha llegado a la ciudad

Más de 300.000 entradas, que fueron pagadas hace casi un año, siguen sin llegar a las manos de sus compradores. Tras las muchas protestas, el Comité Organizador ha descubierto que, debido a unos cortes de energía eléctrica sucedidos a principios de año, se borraron estos datos de la memoria del ordenador central. No está claro lo que va a suceder cuando se presenten en los estadios estos frustrados espectadores con el resguardo de su entrada. Los organizadores han asegurado que se les acomodará, pero el problema estriba en la posibilidad de que sus localidades hayan sido asignadas a compradores más recientes.La llama olímpica cruzó ayer la línea del condado de Los Ángeles. Hoy se despertará frente a la famosa playa de Malibú, posiblemente rodeada de famosas estrellas del cine y de la televisión, para adentrarse en la ciudad y pasarse el día zigzagueando entre Beverly Hills, Hollywood y el viejo centro. A media tarde cruzará las colinas en dirección al valle de San Fernando, donde pasará la noche. Hasta el día de la inauguración seguirá dando vueltas por Los Ángeles.

A pesar de que la gran invasión no está prevista hasta el martes, muchos países han adelantado su llegada. El equipo español de baloncesto se encuentra ya en la Villa Olímpica de la USC, sumándose a los nadadores, piragüistas, remeros y al equipo de vela. Unos 50 españoles están ya en Los Ángeles.

El equipo de la República Popular China se ha convertido en una de las atracciones de estos últimos días. Ayer, 200 de sus componentes visitaron Chinatown, mientras que el resto del equipo prefería visitar Disneylandia, que se ha convertido en un centro de peregrinación de todos los deportistas, para quienes la entrada es gratuita.

Se espera que más de 15.000 indios norteamericanos se reúnan en el parque de Whittier, a las afueras de Los Angeles, en homenaje al gran atleta de su raza, Jim Thorpe. Se calcula que alrededor de 50 tribus estarán representadas en el acontecimiento, que servirá también para celebrar el hecho de que el COI, tras 71 años, se haya decidido a devolverle al mítico atleta las medallas que ganó en los Juegos de Estocolmo y que le fueron retiradas un año después.

El clima, especialmente la mala calidad del aire, parece haberse apiadado de los organizadores. Las temperaturas han descendido por debajo de los 30 grados, con la consiguiente mejora en los niveles de polución.