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Preparativos de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles

Manolo Romero, del Mundial-82 a Los Ángeles-84

Responsable del servicio técnico de TVE durante el campeonato de fútbol, dirige el centro que llevará las imágenes de los Juegos a todo el mundo

Más de la mitad del presupuesto de los Juegos de Los Angeles ha salido de los derechos de retransmisión de las imágenes. En realidad esto viene sólo a demostrar un hecho evidente: los Juegos, y hasta cierto punto el propio Comité Olímpico Internacional (COI), subsisten gracias a este medio. Dentro de unos días, desde Los Ángeles, 120 países recibirán las señales televisivas de los Juegos. A la cabeza del International Broadcasting Center, el complejo organigrama que distribuirá estas señales a todo el mundo y proporcionará asistencia técnica y apoyo logístico a cada una de las cadenas de televisión, está Manolo Romero, un español de 43 años.Cuando la cadena de televisión norteamericana ABC le ofreció en 1978 el puesto de director de sus operaciones europeas, Manolo Romero, que llevaba trabajando para Televisión Española desde 1965, contestó que esperaran hasta después del Mundial de Fútbol.

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Aquélla iba a ser una de las más grandes operaciones de la historia de la televisión y no quería perdérselo. Veterano de muchos otros acontecimientos de este tipo (su primera experiencia fueron los Juegos Olímpicos de México en 1968), la posibilidad de dirigir el grupo operativo que iba a proporcionar los servicios a todas las cadenas de televisión, así como la infraestructura y logística, era algo que no quería dejarlo pasar.

Aquella experiencia fue la que lo convirtió definitivamente en la persona mejor capacitada del mundo para este tipo de menesteres. Por eso, cuando ABC, tras conseguir el contrato para la retransmisión de los Juegos, empezó a encontrarse con graves problemas en sus negociaciones con la Unión Europea de Radiotelevisión y las demás cadenas internacionales, Manolo Romero fue llamado a Los Ángeles.

Cuando tomó posesión de su cargo a poco más de un año vista de los Juegos, las negociaciones entre ABC y la Unión Europea de Radiotelevisión (UER) estaban paralizadas. Prácticamente en el punto de la ruptura diplomática.

Los norteamericanos llevaban dos años intentando poner en pie el centro internacional. "Habían partido de un concepto equivocado", comenta Manuel Romero, "el presupuesto se les había disparado y nadie aceptaba aquellos precios. No es que ABC quisiera ganar ni un céntimo con esa operación, sino que el enfoque no era el adecuado".

Romero aceptó el puesto sin condiciones, aunque reconoce que no ha tenido problemas para imponer sus criterios, a pesar de los recortes que impuso. "Reorganicé la operación, rehíce los presupuestos y sobre todo abrí canales de comunicación con las televisiones extranjeras; hablamos con cada una de ellas para saber cuáles eran sus necesidades. En realidad, ahora que lo veo en perspectiva me doy cuenta de que el problema básico era la falta de comunicación. ABC aplicó los mismos criterios con los que aquí funcionan los networks (red comercial de comunicación) cuyos ingresos les permiten todo tipo de lujos. El presupuesto final ha quedado reducido a una tercera parte".

Volver a empezar

Romero tuvo que volver a empezar prácticamente de cero. Se alquilaron los viejos estudios de rodaje y grabación de Columbia Pictures en Hollywood, que venían siendo utilizados por las cadenas de televisión para grabar las telenovelas matinales. "Mira" aquella ventana era el camerino privado de Rita Hayworth", dice cuando paseamos con él por lo que ahora son sus dominios. "Aún quedan aún muchas reliquias del viejo Hollywood".

Los viejos hangares han sufrido un lavado de cara considerable. Se han bajado los techos, se han construido pequeños estudios para que cada cadena de televisión pueda retransmitir sus entrevistas y comentarios, al tiempo que se ha realizado la instalación de la increíble cantidad de material técnico necesario.

Con perfecto talante de anfitrión, Manolo Romero va explicando los secretos y anécdotas de este lugar desde el que se repartirá la imagen de los Juegos a todo el mundo. "Éstas son las oficinas de las cadenas canadienses: hay dos, una para la francesa y otra para la inglesa. Deben ser totalmente iguales, simétricas. De lo contrario, podría crear problemas".

Y cuando pasamos frente a lo que serán los estudios de la BBC británica nos muestra una habitación vacía donde reposan dos sillones blancos aún envueltos en plástico. "Le llamamos el cuarto de la princesa. La BBC lo tiene preparado para entrevistar a la princesa Ana, que participa en las pruebas de equitación".

En un soleado primer piso, que a diferencia de los otros estudios y despachos visitados tiene luz natural, estará la delegación de Televisión Española. "Los vamos a tratar muy bien", nos dice. Cuando pasea por los inmensos hangares saluda a todo el mundo; es una de esas personas a las que les gusta comprobar personalmente todas las cosas.

"El Mundial-82 tuvo más Importancia"

Cuando se le pregunta si no le asusta tanta responsabilidad en un acontecimiento de tal envergadura, deja escapar una leve sonrisa: "El Mundial de España, en lo, que respecta a la televisión, tuvo mucha más importancia que cual quiera de los Juegos. En esto no hay duda: el fútbol es el deporte, rey, un acontecimiento universal. Los récords que se batieron en la final no creo que lleguen a superar se aquí. Piensa que los Juegos Olímpicos los cubren las grandes cadenas, pero a los campeonatos mundiales de fútbol acude todo tipo de medios, desde las grandes cadenas de televisión, como la propia ABC, hasta las pequeñas emisoras de radio de algún pueblo argentino. Aquí hemos habilitado espacio para un máximo de 80 comentaristas. En Madrid, en la final del Mundial, había 132, y estabamos preparados para alojar a 150".

Sobre el precio de los derechos de retransmisión, que últimamente ha seguido una progresión geométrica, triplicando cada nueva edición de los Juegos el de la anterior, cree que se está muy cerca de alcanzar el techo. "Es verdad que se han pagado ya más de 300 millones de dólares por los próximos Juegos de Invierno de Canadá y que hasta ahora los Juegos de Verano triplicaban el precio de los de Invierno, pero yo creo que estamos muy cerca de llegar al techo".

Para Romero, "los Juegos de Seúl, aparte de lo que tienen de problemática, no valdrán 1.000 millones. Puede que la cantidad siga aumentando, pero no en la misma proporción. No creo que ninguno de los networks norteamericanos, que son los que pujan, puedan pagar esas cantidades; por eso se está ya hablando de otro sistema, tal vez por cable, pagando cada usuario. Lo que se ve cada vez más claro es que estos Juegos serán los últimos que se retransmitirán por el sistema tradicional".

Al acabar este trabajo, Manolo Romero volverá a Europa, concretamente a París, para hacerse cargo del puesto que le ofrecieron hace ya seis años: director de la ABC en Europa.

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