El saneamiento financiero de Seat exigirá aportaciones del Estado de 100.000 millones de pesetas en los próximos años
La aplicación de unos criterios contables más ajustados a la legislación vigente, realizada por el sistema de auditorías internas del Instituto Nacional de Industria (INI), ha desvelado en Seat unas pérdidas en los últimos ejercicios significativamente superiores a las anunciadas por la compañía. Para tratar de compensar esta situación, el Estado, a través del INI, tendrá que aportar unos 100.000 millones de pesetas en los próximos años para sanear financieramente la compañía, según revela una auditoría del INI realizada recientemente sobre la empresa y cuyos datos más relevantes han sido certificados por el Gobierno.
La situación patrimonial de Seat, al 31 de diciembre de 1983, era mucho peor de lo que parecen sugerir los balances recogidos en sus memorias anuales. Así se reconoció en el análisis que, a la vista de los datos sacados a la luz por la auditoría, realizó el consejo de administración del INI en el pasado mes de junio. La dirección de control del INI presentó a este órgano una propuesta de ajuste y saneamiento de la compañía que, admitiendo la necesidad de sanear partidas que suman una cifra próxima a los 100.000 millones de pesetas, proponía una estrategia de gradualismo en el proceso.Según la propuesta presentada, en Seat existen partidas del orden de los 31.537 millones de pesetas que exigen un ajuste inmediato ineludible. Otros conceptos, por un importe de 45.916 millones de pesetas, requerirán una atención financiera a lo largo de los próximos años. Simultáneamente, hay además "diferencias de cambio por valor de 19.234 millones de pesetas", que, según los criterios de la misma auditoría, no se consideran como ajustes, pero que la compañía automovilística deberá satisfacer, en cualquier caso, a los bancos. En total, la cifra global del desequilibrio existente en Seat se eleva a 96.687 millones de pesetas.
Las conclusiones de la auditoría señalan que la situación de Seat es "el resultado de una política de resultados que, aunque contablemente no sea la apropiada, bajo un punto de vista de gestión ha sido imprescindible el llevarla a cabo en los años de transición por los que ha pasado la empresa". A raíz de la nueva gestión en 1983, que se concretó con el cese del anterior presidente, Juan Miguel Antoñanzas, Seat ha experimentado una "nueva situación estratégica", en la que el cambio de los criterios contables y la política de resultados se considera fundamental, según la propuesta elevada al Gobierno.
Nuevo planteamiento estratégico
Como consecuencia de este cambio filosófico en sus planteamientos estratégicos, la compañía y el holding al que pertenece han considerado apropiado iniciar un programa de saneamiento, que se ha concretado en los siguientes puntos:
1. Aprobación de la cuenta de resultados del año 1983 en los términos presentados por la compañía y que revelan unas pérdidas de 35.700 millones de pesetas. Como resultado de no incluir en 1983 la compensación de pérdidas, los fondos propios de la sociedad se han visto reducidos en 21.000 millones de pesetas, lo que permite concluir que éstos presentan, al 31 de diciembre pasado, un saldo negativo de 12.416,4 millones de pesetas.
2. Aceptación de unos nuevos criterios de contabilización que obligan a un ajuste patrimonial de 31.537 millones de pesetas, y que deberán ser saneados en el curso del presente ejercicio.
3. Reducción del capital de la sociedad a cero, dentro de una característica operación acordeón.
4. Posterior ampliación de capital en 42.000 millones de pesetas.
5. Compensación de pérdidas por parte del Estado para 1983 por valor de 21.050 millones de pesetas. Con todo, según fuentes informadas, la sociedad no equilibrará este año sus resultados, ya que nuevamente arrojará pérdidas, del orden de la mitad de las registradas en 1983.
Lo más interesante de la auditoría practicada en Seat es el afloramiento de los conceptos sobre los que los anteriores gestores de la sociedad y el control del INI manifiestan tener opiniones contrapuestas. Así, la partida más importante que requiere un ajuste contable inmediato es la de gastos amortizables de recuperación de deudas a través de beneficios. Se trata de los gastos realizados en campañas de publicidad y de ventas, que la sociedad los prorrogaba a lo largo de 10 ó 15 años, cuando lo más acertado es hacerlo en cinco años, tal como es práctica habitual en todas las sociedades automovilísticas.
Otro capítulo importante es el de los intereses que se han diferido entre los años 1981 y 1983, que se elevan a 7.185 millones de pesetas. Le siguen en importancia el mayor coste de existencias en productos terminados, con 4.505 millones; provisión de deudores dudosos, con 2.035 millones; dotación al Fondo de Garantía, con 1.382 millones, dotación de pagas extraordinarias de vacaciones, con 2.088 millones, y, por último, recargos a la Hacienda y Seguridad Social, con 1.070 millones de pesetas.
En cuanto a los ajustes que se harán de forma gradual, figura el coste de reestructuración de personal futuro, con 17.993 millones de pesetas; la amortización insuficiente debido a la política de no llegar a los máximos legales, con 26.360 millones, y las minusvalías del empresas participadas, con 1.563 millones de pesetas.
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