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Las vacaciones en Tenerife de 41 niños 'huérfanos del terrorismo'

Ana, de ocho años de edad -la benjamina del grupo de los niños huérfanos del terrorismo que pasan unos días de vacaciones en Tenerife-, y su hermana, Carmen María, dos años mayor, celebraron el santo de ésta con una tarta en el hotel en el que se hospedan todos. Son de Salamanca y no ocultaban su ilusión por brindar al resto de los niños esta pequeña fiesta fuera de casa.

La madre de dos de las 19 niñas que viajaron a Tenerife llegó a trasladarse a la isla expresamente por este motivo y siguió de cerca la excursión, pero prefirió no entremezclarse con el grupo para que sus hijas no se sintieran coartadas con su presencia. De pronto, en tan sólo unos días, todos estos niños han llegado a familiarizarse tanto que ya hacen planes para volver a verse en otra cita similar a ésta.

En Tenerife se han sentido con alas. No han parado de jugar, correr, bañarse en la playa y visitar lugares insospechados.

"El jueves fue la pasada", afirma Fernando, de Vitoria, que tiene 14 años de edad. Él y David un madrileño de 16 años, el mayor de la expedición, han llegado a formar incluso un dúo y cantan canciones punk para animar al resto del grupo. Lo que ocurrió el jueves es que tuvieron una jornada oficial, la más seria del programa. Saludaron a las autoridades, en realidad invadieron sus despachos, y se llevaron numerosos obsequios. Manuel Hermoso, alcalde de la capital de la isla, les invitó a sentarse en los sillones de los concejales, y una de las niñas, Ana, hizo de alcaldesa. El alcalde les explicó cómo fimciona la corporación. En la Capitanía General de Canarias, su titular, el teniente general José Pérez Íñigo, les abrazó y regaló camisetas.

La idea de esta experiencia nació en Tenerife, en la Jefatura Superior de Policía de Canarias. Manuel Rodríguez Serrano, jefe superior, comentó la iniciativa con el director general de Policía, Rafael del Río. Así se puso en marcha por primera vez en España una actividad de este tipo.

Público fiel

La única niña canaria del grupo se llama Carolina. Nació en Las Palmas y vive en Madrid. Desde que llegó a la bananera El Guanche pidió probar los plátanos de La Orotava. Es una de las que más aplauden a David y Fernando en la guagua, como se llama en las islas al autobús. Los dos chicos reconocen que cuentan con un público fiel, y se confiesan seguidores del grupo punk madrileño Siniestro Total, cuyas letras picantes provocan sonoras risas en los recorridos por carretera. María Paz Alonso, jefa del departamento de Acción Social de la Policía, se divierte con el humor de los pequeños. Afirma que la isla se ha desbordado con ellos, al rodearles de cariño y expresiones de simpatía.

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