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CATALUÑA

Dos balas explosivas disparadas con un rifle de matar elefantes destrozaron al gánster Vaccarizi

El gánster francés Raymond Vaccarizi, asesinado en la noche del pasado sábado por un francotirador, desde el exterior de la cárcel Modelo de Barcelona, murió destrozado por el impacto de dos balas explosivas, que corresponden a un tipo de rifle usado en las cacerías de elefantes. Según la policía, este hecho demuestra la preparación de los autores de los disparos. Los grupos de Homicidios y de Delincuencia Internacional de la Brigada Judicial de la Policía de Barcelona iniciaron ayer las investigaciones para llegar a conocer quién ordenó la ejecución del gánster, que se encontraba en el interior de la prisión cuando recibió los disparos desde el exterior a través de una ventana.

La policía barcelonesa se mostraba ayer muy cauta a la hora de aventurar hipótesis sobre el asesinato de Vaccarizi, aunque relacionaba la muerte del capo de la banda Vacca -nombre con que era conocido el grupo del gánster en medios policiales de Lyon (Francia)- con un ajuste de cuentas entre grupos rivales. Esta misma opinión era compartida desde Lyon por el inspector J. Lillo, de la Policía Judicial de aquella ciudad francesa.El inspector francés, miembro de la Brigada de Represión del Bandidísmo, explicó ayer a este diario que Vacarizi "tenía muchos, demasiados, enemigos, pero la forma en que le han matado nos ha sorprendido a todos, ha sido un trabajo de auténticos profesionales". Lillo, responsable de la operación policial que acabó con la detención de 30 miembros de la banda de Vaccarizi, explicó que éste había logrado dominar toda la prostitución de la zona de Lyon, "retirando del negocio a todos cuantos competidores le salían al paso".

Según la policía francesa, el jefe mafioso asesinado llegó a ejecutar a tres proxenetas para imponer su autoridad.

A la espera de la autopsia

Para Lillo, la presencia en Barcelona de Antoniette Ferre Mastracci e Irene Ducht, esposas, respectivamente, de Vaccarizi y de su lugarteniente Jean Paul Abbato, "debió de poner sobre aviso a los rivales de Raymond". Coincidiendo con las sospechas de sus colegas barceloneses, Lillo explicó que "si los asesinos siguieron a las dos mujeres, debió de resultarles fácil descubrir el mejor momento para llevar a cabo el atentado". Antoniette Ferre e Irene Ducht "tienen antecedentes y fichas policiales por prostitución", según el inspector francés.Mientras los policías intentaban ayer dar con alguna pista que les permitiera profundizar en la investigación y el juez esperaba el resultado de la autopsia del cadáver, Antoniette Ferre, aún visiblemente emocionada, visitaba de nuevo el Instituto Anatómico Forense. Se espera que del estudio forense se desprendan datos que permitan establecer definitivamente si en la acción hubo más de un francotirador. Por la tarde, Antoniette Ferre visitó las dependencias del Grupo de Homicidios en compañía de Irene y de otras dos amigas y allí le fue notificado que el juez que instruye el caso la ha citado a declarar.

Fuentes policiales señalaron ayer que "las balas utilizadas por los asesinos eran explosivas". Los mismos informadores aseguraron que "Vaccarizi, mientras estaba hablando con su esposa, tenía la mano izquierda apoyada sobre su pecho. La primera bala le destrozó esa mano y, tras penetrar en el cuerpo, le despedazó el corazón. Aún no había retrocedido ni 10 centímetros cuando el segundo disparo le abrió literalmente un boquete en la parte derecha de la cara". Según fuentes policiales, cuando Vaccarizi recibió el primer disparo, apenas se movió del lugar desde donde estaba hablando a gritos con su esposa, sentado en una silla situada entre la cama y el muro de la celda. Por esta razón, el asesino pudo realizar aún un segundo disparo. La silueta de Vaccarizi sentado quedaba perfectamente recortada por la luz de la celda que compartía con Jean Paul Abbato, quien, al percatarse de la situación, se lanzó encima de las camas para apagar la luz.

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La policía negó ayer que en la terraza de la calle de Provenza número 30, lugar desde donde se produjeron los disparos, se encontrara la mira telescópica empleada por el francotirador. "Sólo hemos encontrado dos pequeñas tuercas de la mira, junto a dos casquillos de bala del calibre 7,62, que corresponden a un tipo de rifle que se emplea en la cacería de elefantes"

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