España y la política demográfica
En vísperas de la II Conferencia Mundial de Población, los responsables de los distintos ministerios han debido responder a un cuestionario de las Naciones Unidas y reconocer que no hay ninguna política demográfica planificada y consciente en España; pero como todos los días toman decisiones sobre empleo, vivienda, impuestos, familiares, salud, etcétera, no es que no exista una política, sino que es implícita e incoherente.La situación es tanto más lastimosa cuanto que tenemos índices convergentes de crisis poblacional: un desempleo y emigración máximos en Europa, un hacinamiento urbano superior al promedio europeo, una densidad por tierra arable mayor que la francesa agravada por la erosión y la sequía, una disminución del espacio pesquero, etcétera.
Parece, pues, ya hora de tomar en serio la demografía, sin confundirla con la demonología, que servía para justificar los imperialismos fascistas, ni con una superficial dermatología de una mera contabilidad de personas, sin comprender la importancia del número y su ordenación para nuestra vida social, que es lo que hoy padecemos.-
Demógrafo.
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