De Raimon a Umbral
Quiero decirle al señor Francisco Umbral, después de su alusión, que a mí no me hizo Franco. Mi madre y mi padre me hicieron. Xàtiva, con su paisaje, y Valencia y Barcelona. Mis amigos y mis amores. La vida de las capas populares con sus frustaciones y sus aspiraciones. Mozart y Gramsci, Couperin y Fuster, y Pla y Espriu. La música de las bandas y Pedro Salinas: Algunos buenos profesores de mi bachillerato y de mi universidad: don Manuel, don Saturnino, don Rafael y Joan Reglà, Miquel Dolç, José Maria Jover, Antonio Ubieto, Miquel Tarradell. Y Fellini y Sartre, y Nino Rota, y Ausiàs March, y Eliot, Eluard y Leopardi; y Billie Holliday, y Cernuda, y Miró, y Enric Gispert, y el Misteri d'Elx, y Pavese, y... tantos otros, incluido yo. Pero no Franco. La dictadura intentó deshacernos. Creo que no lo consiguió.Cualquiera que haya escuchado alguna de mis canciones o haya intentado comprender el porqué de mi práctica del oficio de cantante aquí, antes como ahora, lo puede ver. Puede ver, si mira, que no me hizo Franco. Montaigne -otro que me hizo- escribía: "Personne n'est exempt de dire des fadaises. Le malheur est de le dire curieusement".- .
