Difíciles gestiones para repatriar a 28 marineros españoles detenidos en Nigeria
Los 28 marineros españoles que componen la tripulación del petrolero de bandera panameña Izarra, apresado el pasado mes por una patrullera nigeriana y conducido al puerto nigeriano de Calabar por un supuesto delito de contrabando, se encuentran desde hace 20 días apresados en el puerto citado, mientras diversos organismos españoles tratan de resolver su difícil situación. El Instituto Social de la Marina española (ISM) ha iniciado los trámites para intentar la repatriación.
El Izarra pertenece a la naviera francesa Petromer y operaba con la compañía panameña Tomaco Holding Incorporated. Fuentes del Sindicato Libre de la Marina Mercante (SLMM) señalaron que el fletador del buque es uno de los dos hermanos, López Tapia, implicados en marzo de 1980 en la quiebra de la Naviera Letasa, y sobre él pesan varias denuncias judiciales por presuntos delitos monetarios, entre los que destaca uno de evasión de divisas y estafa a fondos públicos (Banco Exterior de España, Compañía de Seguros y Créditos a la Exportación, Hacienda, etc.).El ISM ha expresado su preocupación por la frecuencia de estos apresamientos, que en el caso de Petromer se repitió con otro barco en el mes de junio, apresado en el puerto nigeriano de Port Harcourt.
En estos momentos y con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores español, así como de los representantes diplomáticos españoles en Nigeria, el ISM está tratando de resolver los problemas administrativos que presenta la vuelta a casa de los marineros. El instituto se ha encargado de facilitarles pasajes de avión, pagando a Iberia los costes de la operación, así como el dinero suficiente para el avituallamiento de la tripulación.
El ISM ha manifestado "la preocupación por la frecuencia con que se vienen realizando estos hechos".
En 1983, el Instituto realizó la repatriación de 20 tripulaciones abandonadas por sus armadores, la mayoría de estos extranjeros.
La naviera Petromer tiene eI Izarra alquilado, con opción de compra, a la Tomaco Holding Incorporated. La situación laboral de los tripulantes es legal y gozan de Seguridad Social.
El Izarra, tras pasar varios días fondeado en aguas internacionales frente a las costas nigerianas, fue conducido el pasado 21 de junio al puerto militar de Calabar, situado en el sureste de Nigeria, en la desembocadura del río Cross, por una patrullera de la marina nigeriana.
El puerto tiene un acceso restringido debido a su carácter militar, por lo que las noticias que llegan sobre la suerte de los tripulantes son a menudo contradictorias. El Colegio de Oficiales de la Marina Mercante Española informaba el viernes que la situación de la tripulación era "angustiosa", que no podían comunicarse porque las autoridades nigerianas habían precintado la radio del buque, y que además llevaban dos meses sin cobrar su salario. Sin embargo, fuentes de la Oficina de Información Diplomática española, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, aseguran que los marineros se encuentran en perfecto estado y reciben a través de la Embajada de España en Nigeria el avituallamiento necesario.
El fletador del buque, a través de un intermediario, también entregó una cantidad de dinero al capitán del buque para resolver las dificultades de la tripulación, según las mismas fuentes.
La acusación de intento fustrado de contrabando de productos derivados del petróleo en aguas internacionales ya ha sido formulada oficialmente, según el SLMM, por lo que los tripulantes se encuentran retenidos en el puerto de Calabar.
Fuentes del sindicato señalaron la presencia en el interior del buque de militares nigerianos. Los marineros, de los cuales 7 son gallegos y 21 vascos, permanecen ininterrumpidamente a bordo del barco, ya que la situación de inseguridad social del país africano aconseja su embarque permanente, segun señalaron fuentes de la oficina diplomática.
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