Grecia amenaza con revisar sus relaciones con Estados Unidos

Las relaciones entre Grecia y Estados Unidos se han deteriorado considerablemente en las últimas, 48 horas, como consecuencia del anuncio, hecho por la prensa norteamericana, de que Washington ha prohibido a Noruega que venda a Atenas 16 cazabombarderos F-5 que el Gobierno de Oslo está a punto de dar de baja. El último episodio de este deterioro de relaciones se produjo ayer en la capital griega con el anuncio de que, "inevitablemente", Grecia tendrá que revisar sus relaciones con Estados Unidos "si Washington continúa interfiriendo en los asuntos griegos, hasta el punto de alterar el equilibrio de fuerzas en el Egeo".Larry Speakes, portavoz de la Casa Blanca, afirmo, sin embargo, ayer que "ninguna decisión se ha tomado al respecto". Por lo demás, Speakes no quiso responder a las otras preguntas que los periodistas le hicieron sobre el asunto. EE UU puede prohibir la reventa de material de guerra a terceros países cuando originariamente dicho material proceda de los arsenales de Washington.

La declaración del portavoz del Gobierno socialista de Andreas Papandreu, Dimitris Marudas, hacía referencia a la inminente decisión de Estados Unidos de aprobar la venta de los cazas a Turquía, país en conflicto con Grecia por las aguas territoriales en el mar común y por la cuestión chipriota. Al mismo tiempo, el portavoz desmentía que su país tuviera la intención de hacer un pedido de un cierto número de cazas norteamericanos F-14, un modelo mucho más avanzado que el F-5, como había informado la Prensa norteamericana. Estados Unidos tiene un acuerdo militar con Grecia por el que mantiene cuatro bases en el país.

Al tiempo que The Washington Post anunciaba que la decisión de prohibir la venta ya había sido tomada, fuentes del Pentágono coincidían ayer en que pronto- se daría a conocer oficialmente, sin ocultar que el punto de vista de Washington estaría mediatizado por la reciente decisión griega de deportar con destino a Argelia al supuesto terrorista palestino Fuad Hussain Shara.

A todo ello hay que sumar un último motivo de irritación para las relaciones entre los dos países. La Administración norteamericana considera que la reciente huelga de trabajadores griegos en las bases de EE UU en el país cuenta con el apoyo apenas disimulado de las autoridades, señalando que la policía no ofrece protección contra los piquetes de huelguistas a los trabajadores que no quieren observar el mandato de huelga. También se quejan fuentes de la Embajada norteamericana en Atenas de que funcionarios y militares de las bases han sido objeto de agresiones físicas a la entrada o salida de las instalaciones, y que, como consecuencia de la acción de los huelguistas, dos de las cuatro bases en el país se veían materialmente imposibilitadas de operar normalmente. La huelga se realiza en protesta por las condiciones de trabajo, el pago de horas extraordinarias y la revindicación griega de que las leyes del país se apliquen plenamente a los residentes norteamericanos de las bases.

En el tema de la compra de aviones a Noruega, fuentes norteamericanas informan de que inicialmente el Pentágono era totalmente contrario a que los aparatos se revendieran a Grecia, inclinándose, en cambio, por la operación con Turquía, argumentando que la modernización de las fuerzas armadas turcas era más urgente y que Ankara tenía menos recursos que Atenas para llevarla a cabo. La posición del Departamento de Estado era más equilibrada, con el propósito de suministrar la mitad de los aparatos a cada país, pero en los últimos días, al parecer, el creciente distanciamiento entre Grecia y EE UU venció las resistencias entre los diplomáticos, inclinando la balanza del lado turco.

La Embajada griega en Washington, por su parte, rechazó ayer las acusaciones norteamericanas de que Atenas denota una "cierta laxitud en el combate contra el terrorismo", y no lucha suficientemente contra ese problema.