Iberia afirma que ha perdido 1.600 millones de pesetas a consecuencia de la huelga convocada por los pilotos

De los 450 o 500 vuelos diarios que Iberia mantiene en situación de normalidad, únicamente un 10% se ven afectados por la huelga que mantienen los pilotos desde hace 21 días, según fuentes de la propia compañía. Esta situación provoca, siempre según las mismas fuentes, unas pérdidas diarias de 80 millones de pesetas, es decir, algo más de 1,5 millones de pesetas por vuelo cancelado. Cifra que desmiente el sindicato de pilotos que estima por el contrario que Iberia ha suspendido los vuelos menos rentables. De momento, no parece probable una solución inmediata del conflicto, después que la compañía y el propio Ministerio de Industria rechazara la oferta de mediación efectuada por Joaquín Almunia, ministro de Trabajo.

De acuerdo con los datos suministrados por Iberia, el servicio de la compañía aérea desde el inicio de la huelga sólo ha sufrido una disminución del 10%. En situación de normalidad Iberia tiene programados entre 450 y 500 vuelos diarios y el número de tripulaciones -que incluye un comandante y un segundo piloto- que se encuentran en actividad ronda las 350, de una plantilla total de 847.Con motivo de la huelga, los vuelos que viene manteniendo la compañía se sitúan en torno a los 400. Y los pilotos afectados por los servicios mínimos -en la cifra no se incluyen los que no han querido seguir la huelga- van desde los 324 en la programación del miércoles a los 385 del sábado, día en los que se registra mayor servicio. Fuentes de Iberia, calculan que en situación de normalidad, son 350 las tripulaciones que diariamente permanecen en actividad.

La compañía aérea estima que, a pesar la amplitud de los servicios mínimos -el 90%, aproximadamente-, Iberia está perdiendo unos 80 millones de pesetas por día, con lo que las pérdidas totales en los 21 días rondan ya los 1.600 millones de pesetas.

Las cifras, sin embargo, están siendo cuestionadas por el Sindicato de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA). De acuerdo con los datos de esta organización, los pilotos que han optado por seguir la convocatoria de huelga vienen realizando prácticamente las mismas horas de actividad aérea que en situación de normalidad. Y en algún caso -jumbos y airbus- las tripulaciones no han tenido reducción alguna, con unas 75 horas de vuelo mensuales.

Medios del SEPLA subrayaron ayer que la huelga tenía, sobre todo, carácter testimonial y que los pilotos que habían decidido seguirla, únicamente podían hacerlo "en sus días de descanso". Los citados medios insistieron en que la cifra de pérdidas hecha pública por Iberia se encontraba muy alejada de la realidad. De acuerdo con estas informaciones, los vuelos cancelados corresponden a líneas de escasa ocupación y menor rentabilidad y que los viajeros afectados iban siendo "acoplados" en otros vuelos. Las pérdidas, según estas fuentes, habría que achacarlas a la fuga de viajeros hacia otras compañías, efecto que difícilmente puede evaluarse económicamente, al menos de momento.

Causas de los retrasos

Los retrasos que se vienen registrando en los distintos aeropuertos, según el SEPLA, sólo son, en parte achacables a la propia huelga y tienen su origen en la saturación de la época vacacional. La propia compañía daba ayer retrasos medios de 10 minutos, aunque con puntas muy abiertas -más de una hora a medida que avanza la jornada.Las posturas entre Iberia y los pilotos parecen alejarse a medida que avanza el conflicto. Mientras Iberia ha despedido ya a tres pilotos y expedientado a todo el comité de huelga y 18 pilotos más, el SEPLA ha anunciado que únicamente descombocará la huelga en el caso de que se levanten las sanciones impuestas y se reabra el proceso negociador. La petición de mediación gubernamental efectuada por los dirigentes de los pilotos y que el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia parecía dispuesto a apoyar, ha sido descartada después que el Ministerio de Industria y la propia compañía rechazaran el pasado viernes esta posibilidad.

El INI respalda

Enrique Moya, presidente del Instituto Nacional de Industria (INI) insistía ayer en Santander en la postura de firmeza adoptada por Iberia en el conflicto, y afirmaba que el INI respaldaba esta política de la dirección de la compañía y que, a su vez, el Gobierno había dado su apoyo a esta decisión, según informa Félix Monteira.Moya manifestó que la causa de fondo del conflicto no radica en la contratación de 34 pilotos que aprobaron en su día los exámenes de ingreso. Se trata más bien, dijo de los intereses de "una minoría muy radicalizada que se resiste a ceder ciertos privilegios adquiridos que hoy resultan insostenibles". Parafraseando a Churchill, pero en, un contexto bien distinto, sentenció que "nunca tan pocos han hecho tanto daño a tantos". El presidente del INI señaló que cuando 20.000 personas, entre ellos otros colectivos de vuelo y todo el personal de tierra, han aceptado la renuncia a un sistema que creaba condiciones inadmisibles de vacaciones y a volar gratis 100 días al año, no se puede ceder ante las presiones de poco más de 800 empleados.

Enrique Moya precisó que el plan de concertación con los colectivos de Iberia incluye no sólo la moderación salarial y la mejora de la gestión, sino también evitar ciertas concesiones anteriores que suponían para la compañía que el 20% de la plantilla disfrutase sus vacaciones en agosto. El saneamiento de la empresa, dijo, no puede sorportar que, debido a ello, fuera necesario contratar 1.100 personas eventuales todos los años y realizar 900.000 horas extraordinarias.

Sólo si se cumplen estos requisitos, el INI procederá a la ampliación de capital de Iberia, cuya primera entrega supone 30.000 millones de pesetas.

Enrique Moya manifestó desconocer las verdaderas causas del conflicto. "No se trata de un problema de negociación", señaló, "ya que antes de la huelga se llevaban seis meses de negociación". Mientras el personal de tierra, dada la grave crisis financiera de Iberia, aceptó que no se cubrieran las bajas, tal como estaba pactado, a los pilotos se les ofreció, según Moya, la posibilidad de incorporar a la plantilla a los 34 aprobados en calidad de fijos discontinuos, a lo cual se negaron.