Una obra monumental

Sánchez Albornoz nació en Madrid el 7 de abril de 1893, el mismo día que su padre juraba como diputado a Cortes por Ávila. A los 25 años gana la cátedra de Historia de España en la Universidad de Barcelona y dos años más tarde la de Historia Antigua y Medieval de España, sucediendo a su maestro Joaquín Hinojosa en la Complutense de Madrid, centro del que llegó a ser rector en 1932.En 1912, con 19 años, escribió su primera obra, Instituciones políticas y sociales del señorío de Asturias, con la que entró de lleno en el estudio de la Edad Media española. Fundó y dirigió en Madrid el Anuario de la Historia del Derecho Español. En 1925 fue nombrado miembro de la Academia de la Historia. De su monumental labor como historiador destacan, entre otros, los siguientes títulos: León y Castilla durante los siglo VIII al XIII (1917), Un feudo castellano en el siglo XIII (1929), Ruina y extinción del municipio romano en España e instituciones que la reemplazan (1943), En torno a los orígenes del feudalismo (1943), La España musulmana (1949) y España, enigma histórico (1956).

Este último trabajo es una respuesta polémica a la obra de Américo Castro La realidad histórica de España, y en ella niega el papel esencial que en la formación de la realidad socio-económica y cultural española concede Américo Castro al elemento judaico y musulmán. En 1975, como fruto de sus experiencias escribió -"con un pie en la sepultura", como él mismo dijo- Mi testimonio histórico-político, donde resume su vida política, sus ideas de republicano burgués, liberal, anticomunista y esperanzado en un futuro de la Humanidad más libre y justo. Cuatro años después publicó Confidencias, y en 1980 La España cristiana de los siglos VIII al XI: el Reino astur leonés, dentro de la monumental Historia de España iniciada por Menéndez Pidal.