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Tribuna
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El interés más desinteresado

La bolsa vivió el iniciado descenso de los tipos de interés más intensamente que cualquier otro acontecimiento de la jornada. Quizá había faltado confianza en las palabras del actual subgobernador del Banco de España, cuando anunció hace unos días el abaratamiento del coste del dinero. Los expertos comentaban favorablemente lo que consideran como una jugada maestra del Vizcaya, al rebajar el prime rate (tipo de interés preferente) de sus segundas marcas (léase Occidental y Banca Catalana), mientras que el banco madre esperaba acontecimientos. No pasaron muchas horas cuando el Exterior, primero, y el Bilbao, casi al final de la tarde de ayer, decidieron seguir la pauta. No serán los últimos. Y, puesto que los hombres blancos siempre o casi siempre hablan con lengua de doble filo, ya se rumorea que el Central está estudiando la posibilidad de unirse a esta iniciativa.

Esta tendencia, que se complementa con el ritmo de descenso de los tipos ofrecidos en los pagarés del Tesoro (ya por debajo del 14% a un año) está afianzando la confianza en la renta variable, precisamente en unos momentos marcados por la tendencia alcista. Algo así como miel sobre hojuelas.

En estas condiciones lo más natural es que el mercado resista sin ninguna dificultad las realizaciones que se produjeron ayer. Las plusvalías obtenidas en el transcurso de esta semana se han convertido en una golosina para los especuladores a corto plazo, pero el dinero ha estado muy atento para impedir que los cambios tomasen la senda bajista.

Pero las cosas no se presentaban tan claras al inicio de la jornada, puesto que la actividad era débil, aunque en cuanto los impacientes comenzaron a desenfundar su papel, en seguida se equilibraron las cosas, para conseguir una contención, primero, y un leve inicio de ganancias, al final. Posiblemente, la negativa influencia de la escalada del dólar pesó al principio en el ánimo de los inversores. No es para menos, puesto que la divisa norteamericana se situó ayer en 160,697 pesetas, con una nueva apreciacion de 20 céntimos, y, lo que es más significativo, los expertos auguran nuevas apreciaciones en la cotización de la deseada y requerida águila made in USA.

Esta tendencia debería haber favorecido claramente a las empresas exportadoras, pero no ha ocurrido eso en todos los casos. En fin, son los desajustes tradicionales del mercado, que, más pronto o más tarde, terminan por corregirse. Las eléctricas, por el contrario, reflejan para mal este encarecimiento de la usual divisa de su endeudamiento externo, aunque la razón principal del leve retroceso de su índice sectorial tiene su origen en las mencionadas realizaciones de beneficios. No hay que olvidar que algunos valores han conseguido mejoras en tomo al 5% en lo que va de. semana, y Viesgo todavía mucho más.

Las expectativas de bancos e inversión mobiliaria continúan siendo positivas, al igual que las cementeras, que deben recoger algo de la movida del dólar. El resto de los corros prosiguen su marcha un poco a su aire, sin plasmar tendencias concretas, aunque beneficiándose del buen ambiente general.

La moraleja de la semana recién terminada es que la bolsa permanece fuerte, con dinero dispuesto a saltar antes que la liebre, lo que debe llevar a ganar nuevas cotas en la primera jornada de la próxima tanda.

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