Gobierno y empresas públicas buscan la supervivencia de Creusot-Loire
Varios miles de trabajadores se movilizaron ayer en Creusot para solicitar la continuidad de Creusot-Loire, número uno de la mecánica pesada francesa, que la pasada semana entró definitivamente en suspensión de pagos.Los manifestantes respondieron a una convocatoria efectuada por las centrales sindicales CGT, próxima al partido comunista, y CFDT, de tendencia socialista, bajo el lema "Creusot debe vivir".
Los principales interlocutores sociales se han comprometido a intentar salvar a esta filial de Empain-Sclineider, segundo grupo privado francés, que proporciona trabajo directo a 30.000 personas y empleo alternativo a otros 100.000 subcontratados.
Desde que entró en mandamiento judicial está al frente de la empresa Louis Gallois, director general de Industria. El Gobierno desea por todos los medios encontrar alguna salida para evitar la desaparición de la empresa. En los útimos días, dos grupos industriales, Alsthom y Framatome, han mantenido contactos para intentar conseguir la supervivencia del grupo. Otras sociedades se han mostrado interesadas en algunas actividades de Creusot. Así, Renault y Panhard en el apartado militar, Alsthom en el ferroviario e hidroeléctrico y Usinor y Sacilor en el siderúrgico. El pasado 3 de julio, el ex presidente de Creusot-Loire, Didier Pineau-Valencienne había declarado en una entrevista televisada, que el número de supresiones en la empresa podría oscilar entre 5.000 y 10.000 empleos.
