Eduardo Sotillos afirma que la remodelación del Gabinete no fue tratada en el Consejo de Ministros celebrado ayer

"Hasta donde yo conozco, el presidente del Gobierno no ha pensado en hacer una remodelación del Gobierno o una crisis". Estas son palabras del portavoz gubernamental, Eduardo Sotillos, pronunciadas ayer durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el que "no se ha tratado ni un solo instante", sobre los posibles cambios en el equipo gubernamental, siempre según Sotillos. El portavoz aseguró también que "ningún Consejo de Ministros se ha planteado cambiar la estructura del Gobierno". Todas las fuentes consultadas ayer, tras estas declaraciones del portavoz, insitieron en que las palabras de Sotillos indican un mero aplazamiento de una remodelación que se consideraba inminente hace apenas una semana.

A pesar de todo, la idea de proceder a la remodelación del Gobierno se mantiene, de acuerdo con todas las fuentes gubernamentales consultadas. "El reajuste ha hecho crisis, eso es todo", comentaba ayer un cualificado observador político durante la recepción ofrecida por la Embajada de los Estados Unidos con motivo del aniversario de la independencia de aquel país.El reajuste era, no obstante, dado como cierto hace apenas una semana en todos los medios políticos, y fue transmitido posteriormente a la prensa, que viene ocupándose del tema desde entonces.

Todo indica, y en esta visión coinciden los sectores del PSOE consultados por EL PAIS, que la remodelación "breve y meramente operativa" que Felipe González delineó hace dos semanas con, al menos, dos ministros de su confianza, se ha complicado para el presidente. Lo que en un principio iba a ser simple sustitución de tres ministros quemados derivó en una auténtica lucha interna por aumentar parcelas de poder en el seno del gabinete.

Pulso político

El vicepresidente Alfonso Guerra y el ministro de Economía, Miguel Boyer, enfrentados desde hace tiempo en un pulso que incluye concepciones político-económicas de fondo, trataron, cada uno a su modo, de resolver en su favor la crisis. Entonces llegó la información a la Prensa.El panorama se complicó con un nuevo añadido: los dirigentes históricos de UGT, con Nicolás Redondo al frente -quien, de haber querido, podría ser hoy secretario general del PSOE-, exigían una auténtica crisis, no un mero cambio de fachada del equipo de Felipe González. La batalla de UGT se dirigía directamente contra un sector del equipo económico que controla Boyer, muy especialmente contra los titulares de Trabajo y de Industria. Ayer mismo, Redondo insistía en la necesidad de una remodelación "en profundidad" del Gobierno, que debe afectar, en opinión del sindicato socialista, a "sectores muy concretos" -obviamente, el económico- del Gabinete. Las manifestaciones de UGT, que constituye, al fin y al cabo, el principal apoyo cuantitativo del Gobierno, y la propia situación de algún ministro -Tomás de la Quadra tiene prácticamente cortados los puentes con las comunidades autonómicas históricas- confirman por sí solas que la situación de crisis en el Gabinete no es como quiere algún ministro una mera invención de la Prensa.

El claro enfrentamiento sobre temas muy concretos que ha mantenido el titular de Transportes, Enrique Barón, con el superministro Boyer, y que parece haber cortado radicalmente el diálogo entre ambos, también parece insistir en la existencia de ese reajuste, al menos en estado latente.

Una vez más se repite la tentación de acogerse al verano como fórmula de prolongación de una situación difícilmente sostenible. González, que daba la impresión de estar dispuesto a una remodelación casi de urgencia a principios de este mes de julio, parece estar ahora considerando un aplazamiento, forzado por todas las circunstancias descritas y por sus propias posiciones: "Cuando haya cambios en el Gobierno, se enterarán ustedes al día siguiente", ha dicho el presidente más de una vez a los periodistas.

En la primera ocasión en que Felipe González se disponía a remodelar su equipo, no sucedió así: la Prensa anticipó el reajuste que González tenía ya perfilado y ello ha influido en el mismo desarrollo del proceso y parece ser la causa directa del retraso.